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Casa Fagliano: 125 años construyendo las botas de polo en Hurlingham

El taller se instaló en 1892 y continuó como un legado familiar. Además de las botas artesanales a medida trabajaron junto a una marca de reloj suiza, Etiqueta Negra y hoy en día cuenta con una fábrica de Casa Fagliano en Europa.

En dialogo con Viví el Oeste, Germán, última generación de Fagliano con 30 años, relató: “Fueron mis tatarabuelos que vinieron de Italia en el 1888 aproximadamente, de Genova, Italia, primero estuvieron un tiempo en La Boca, habían conseguido un trabajo por acá, hasta que con el oficio que ellos traían de zapateros vinieron a Hurlingham y tenían acá un espacio para trabajar, ellos tenían unos patrones que le dieron el terreno donde estamos ahora”.

FV JULIO EPU
LA PERLA LARGO

Así, el taller se construyó y “cada generación que vino le fue aportando lo suyo y continuó, por eso estamos acá, no es trabajo de uno solo sino de muchos a lo largo de la historia” y es que en la actualidad quienes trabajan en el taller son: “Mi abuelo, mi papá, mí tío, mi hermano, mi primo, un empleado, Rubén, que está hace 20 años, una chica que la conocemos desde chiquita, es casi como de la familia y trabaja hace unos años, tenemos un primo de mi abuelo que viene a la tarde a cebar mate que también es un trabajo, acá el mate es fundamental” bromea.

Casa Fagliano es reconocida en todo el mundo, de hecho, una relojería suiza, Jaeger-LeCoultre, los contactó para reversionar un reloj de 1931. “Ellos querían hacer una campaña para introducir un reloj, es un reloj que se fabricó en 1931 para los polistas, para que puedan usar el reloj mientras estaban arriba del caballo sin tener que tener miedo de que se podía golpear” explicó.

Así fue como en el 2011 en el 80 aniversario sacaron una nueva versión del producto y quisieron “hacer una malla de reloj con el mismo material que se hace la bota, entonces nos contactaron. Hicimos un diseño, les gustó, hubo buen feeling entre las dos marcas, somos dos marcas artesanales. Vimos como trabajan en la fábrica y es pieza por pieza, todos los relojes se ensamblan artesanalmente, no hay nada de China, muy artesanal”.

A pesar de que realizan estos trabajos, así como otro calzado a pedido, los artesanos de Hurlingham se enfocan en la bota de polo que ocupa el 95% de su producción. Por año, German estiman que hacen unas 80 botas que tardan de 6 a 8 meses en fabricarse, ya que son a medida, y unas 30 mallas de relojes al mes”.

De echo, cada material del calzado se busca en un punto específico del país. “La curtiembre nos curte los cueros con el espesor que nosotros necesitamos, los clavos de bronce hay que pedirlos con meses de anticipación a una fábrica que los hace exclusivamente para nosotros, los hilos de lino, todo cuesta conseguirlo, no es que salis a la primera casa del rubro y compras todo ahí”.

Casa Fagliano también llegó a Europa, y es que un grupo desarrollador les propuso llevar la marca al viejo continente  fabricando zapatos por número, no a medida como lo hacen acá. “Se entrega un zapato de primera calidad, ya hecho, pero se acerca al cliente la posibilidad de tener algo en el momento de buena calidad y a un precio razonable”.

La marca familiar trabajó con Etiqueta Negra, aunque Germán admite que es algo muy difícil porque “hacíamos un producto de primera calidad hecho a mano y sabemos como son las estructuras de costo y como multiplican las marcas, yo no podía hacer algo barato, bajarle la calidad para que el otro lo pueda vender al precio que quería vende. No nos interesa vender por vender”.

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En enero, Casa Fagliano estuvo en la feria de alta relojeria de Suiza de la marca Jaeger-LeCoultre, donde el actor conocido por su papel en Doctor Strange y Sherlock, entre otros, era embajador de la marca.  “Le explicamos, le contamos un poco como era el proceso de hacer una malla de reloj con los materiales que usamos y demás, seguramente le habrán dado algún reloj con la malla nuestra, espero” señala Germán.

Si bien a lo largo de la historia de Casa Fagliano pasaron muchas personalidades, la familia confiesa: “No nos gusta hacer alarde de las personalidades, no nos gusta sacar rédito de eso. Aca hay un corcho con todas las fotos, el que quiere que las venga a ver”.