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Merlo: Señalizaron la cuadra donde vivió la vecina víctima de terrorismo de Estado “Mara” Baldi

Fue ayer a las 17:00 en Pasaje Bunge y Rioja de Merlo centro en el marco de las “Esquinas de la memoria” que homenajea a víctimas de terrorismo de Estado de la localidad. En este caso fue la esquina de Mara, secuestrada en 1974 y hallada muerta tiempo después.

María del Carmen nació en el seno de una familia trabajadora, su papá era pintor y proyectaba películas en el viejo cine de la Avenida San Martín y su mamá se dedicaba a la costura.

Mara cursó sus estudios en el Colegio Sagrado Corazón de Jesús, allí se recibió de maestra normal nacional, en el terciario Padre Elizalde se formó como profesora de Geografía. SI bien nunca ejerció, en el Lago de Bosque alfabetizaba a adultos junto a un grupo de docentes comprometidos con la transformación de la realidad.

FV JULIO EPU
LA PERLA LARGO

El 9 de octubre 1974 Mara, junto al maestro Héctor Jorge Cols, fueron detenidos en la estación de Merlo, llevado a al Comisaria 1ra y puestos a disposición del Juez Luque. El delito era haber pintado consignas a favor del Che Guevara. Semanas más tarde, fueron liberados.

El 12 de diciembre de 1974 a la 1:40 una patota de la Triple A ingresó a la casa de los Baldi y secuestró a Mara. Minutos antes el operativo se había producido en la casa de Jorge Cols. “Yo estaba en casa y me llama mi mamá diciendo que se habían llevado a María del Carmen. Había llegado gente vestida de fajina de militar o policía, encapuchados y se la habían llevado” relató Norberto Baldi.

Finalmente, un llamado anónimo al diario Crónica avisó que había dos cuerpos en el Km 37 de la localidad de del Viso. Eran Mara y Jorge.

Mara descansa en el cementerio de Libertad y junto a su guardapolvo se encuentra la carta de una estudiante: “Señorita yo se que esta en el cielo junto a los ángeles porque usted era un ángel, yo se que desde el cielo usted estará leyendo esta cartita que el escribí con tanto amor y cariño. Señorita hoy nos dieron el diploma con medalla, el boletín, yo le dejo la medalla porque usted la merece, eso y mucho más, porque se lo debo”.