Con el fin de llevar adelante una ambiciosa iniciativa en materia de paisajismo sustentable y biodiversidad, Bodegas Salentein y el Instituto Argentino de Investigaciones de Zonas Áridas (IADIZA), CONICET Mendoza, firmaron un acuerdo de colaboración que aportará nuevos conocimientos científicos de trascendencia para la industria vitivinícola.
Este proyecto, único en su tipo, marca un hito al ser la primera vez que CONICET (IADIZA), junto con investigadores de la Facultad de Ciencias Agrarias de la Universidad Nacional de Cuyo, la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA y la Fundación CRICYT, impulsa un trabajo de esta magnitud y alcance con una bodega.
La alianza es una apuesta a largo plazo que se inició hace dos años, con el foco puesto en el cuidado del ambiente y un especial énfasis en el uso responsable del agua, la promoción de la biovidersidad, para buscar formas de hacer compatible la conservación de los ecosistemas y la producción vitivinícola en la región.
Pablo Palumbo, Gerente de Sostenibilidad de Bodegas Salentein, sostuvo: "Esta colaboración refleja la voluntad de Bodegas Salentein de desarrollar prácticas sostenibles que permitan conservar los recursos naturales y fortalecer la relación entre la producción vitivinícola y la naturaleza", y agregó que "la generación de alianzas de valor, como esta, son fundamentales dentro de nuestra estrategia de responsabilidad social, ambiental y empresaria".
Los ejes principales entre la alianza de Bodegas Salentein y IADIZA CONICET
El proyecto, se titula "Paisajismo sustentable y refuncionalización del ecosistema", y sus ejes están orientados a generar un entorno más diverso, resiliente y visualmente atractivo en las fincas. A través de la integración de enfoques científicos y prácticas de gestión innovadoras, buscan fomentar un paisaje más heterogéneo que beneficie tanto a la fauna y flora autóctonas como a las actividades productivas, creando un modelo de referencia para el sector vitivinícola.
Por su parte, Rodrigo Pol, investigador del IADIZA explicó: "El trabajo que estamos desarrollando busca incrementar la heterogeneidad del paisaje, atendiendo a la sustentabilidad de los viñedos que se cultivan en oasis irrigados de zonas áridas donde el agua es un recurso escaso que debe protegerse. Nuestro objetivo es generar un entorno ambiental que promueva la conservación de la biodiversidad y que, a su vez, permita reducir los daños producidos por las hormigas cortadoras de hojas sobre los viñedos".
"Estudiar el comportamiento de Acromyrmex lobicornis y Amoimyrmex striatus- más conocidas como hormigas cortadoras- en los viñedos, incluyendo su alimentación y preferencias, es clave porque nos permitirá evaluar posibles estrategias para minimizar los ataques sobre las plantas de vid", sostuvo Diego Morales, Gerente de Fincas de Bodegas Salentein.
La iniciativa no solo destaca la importancia del trabajo conjunto entre ciencia y producción, sino que también sienta las bases para futuros proyectos que puedan aportar soluciones sostenibles a los desafíos ambientales de la industria.
"Trabajar en equipo junto al CONICET nos llena de orgullo y entusiasmo y redobla nuestro compromiso con la investigación científica y la sostenibilidad a largo plazo. En Bodegas Salentein creemos que la innovación y el cuidado del ambiente son fundamentales para el futuro de la vitivinicultura, y este proyecto es un claro ejemplo de cómo podemos generar un impacto positivo trabajando de la mano el sector público y el privado", agregó el responsable de Sostenibilidad.
Por su parte, Mariano Cony- investigador del IADIZA afirmó: "Esta alianza representa una oportunidad única para aplicar el conocimiento científico en beneficio de un sector clave para el desarrollo de nuestro país. Estamos convencidos de que los resultados de esta investigación aportarán nuevos saberes, contribuirán a fortalecer la sostenibilidad en la industria y, a futuro, servirán como modelo para otras áreas productivas".
"Esta innovadora apuesta reafirma el potencial del trabajo conjunto entre el sector público y el privado en pos de impulsar la ciencia, la sostenibilidad y la búsqueda de un futuro más prometedor para el sector vitivinícola y el entorno natural en el que se desarrolla", concluyó Cony.