El pasado lunes, 18 de septiembre, se llevó a cabo la inauguración de una nueva verdulería en la localidad de Caseros, cabecera del partido de Tres de Febrero, que se sitúa justo en la esquina de la Avenida San Martín con la calle Agustín Cafferata, pero no se trata de una más.
Caseros: la cadena de verdulerías atendida solo por mujeres
Vanesa abrió en Caseros otra sucursal de Las Chicas, una verdulería atendida solo por mujeres que ayuda a madres solteras o que salieron de relaciones tóxicas.
El flamante comercio pertenece a "Las Chicas", una cadena que está tiene la particularidad de ser atendida exclusivamente por mujeres tanto en el local como en el servicio de repartos a domicilio. Esta es su cuarta sucursal, ya que tiene otras en las ciudades de Ramos Mejía (Emilio Mitre y Larrea), San Martín (Avenida Presidente Juan Domingo Perón 6.097) y Villa Libertad (José Clemente Paz y Posadas).
Viví el Oeste dialogó en exclusiva con su dueña, Vanesa, quien contó sobre su dura historia personal que la llevó a crear un emprendimiento que busque ayudar a las madres solteras que no reciben ayuda de sus exs o a aquellas que hayan salido de relaciones tóxicas y violentas, todo mediante el trabajo.
- ¿Cómo fue que nació todo esto?
Yo empecé con el papá de mi hijo, que es verdulero desde que tiene 8 años en el garage de la casa de su mamá. Así empezó él a trabajar de esto y por eso empecé a ir sola al mercado. Ahí aprendí un montonazo. Cuando nos separamos, yo empecé a trabajar en Palermo. Él papá tiene problemas con la adicción, así que estuvo en un tiempo estuvo muy mal, juntando cartones porque se había fundido. Yo dejé mi trabajo para ayudarlo nada empezamos a vender bolsas de papas en la calle porque no teníamos plata. O sea, yo tenía poquita y con eso compramos una camioneta usada para cargarlas. De a poquito empezamos a ahorrar y nos abrimos una verdulería sobre la Ruta Provincial número 8. Así estuvimos tres años trabajando en ese negocio hasta que dividí la sociedad porque discutíamos demasiado. Cuando yo me voy, él no me da nada y se queda con el negocio y la camioneta, por lo que tuve que empezar a hacer reparto de verduras sola. En plena pandemia estaba sin trabajo, pero me hice toda una cartera de clientes porque la gente no salía en esa época. Así fue como empecé a hacer delivery desde mi casa, armando pedidos y yendo al mercado sola. De a poquito fui de reparto y reparto y empecé a vender mucho, por lo que ya no daba abasto por mi cuenta. Le pedí a mi hermana que me ayude y después de un año más, con el dinero que juntamos nos abrimos un local. Con todo lo que había vivido, se me ocurrió hacer una verdulería solo de mujeres para ayudar a las que estén separadas, se hagan cargo de sus hijos solas y no reciban ayuda de los padres. Al segundo año inauguramos otro en José León Suárez, pero no me fue muy bien porque la gente manejaba otro tipo de mercadería. A mí me gusta trabajar con buena calidad, y eso no se puede cobrar barato porque no alcanza a cubrir los gastos. Esa primera sede quedó totalmente a cargo de mi hermana.
- ¿Cuántas empleadas tienen más o menos entre todas las sucursales?
Un montonazo. Tengo una cajera que es mi otra hermana, una encargada que es mi sobrina de corazón, dos vendedoras y después a la tarde otra cajera. También hay dos chicos a la mañana que van a descargar el camión, porque las chicas no pueden levantar esos cajones, y uno más que los arma y desarma. Otra chica me cierra el negocio. En Ramos Mejía está mi mejor amiga, que en todos los negocios que abro me ayuda a enseñarles a las empleadas todo y luego se va. Tenemos el fletero y dos changas que están en el mercado.
- Entonces la mayoría de las de las chicas que tenés son, como dijiste vos, mujeres que quizás no reciben la ayuda de los padres que requieren todas las madres solteras.
Sí, entonces se distribuyen bien los horarios. Las que son solteras y no tienen hijos van a trabajar los fines de semana. Las que son madres y necesitan irse un ratito porque no tienen a nadie que les cuide a los nenes se cambian las horas o se cubren entre sí. Lo mismo si una tiene que entrar más tarde o quedarse un rato más. No hay problema. Somos re compañeras todas.
- Por lo general, la clientela que tienen son mujeres por lo que ví.
Así es, la mayoría son mujeres y muchas nos ayudan. Por ejemplo, en Ramos Mejía todas las mañanas una señora trae sin falta una jarra de café para todas las que están ahí.
- ¿Y por qué tienen ese descuento especial del 15% de los martes para los jubilados?
Es sencillo eso. Sale de mi bolsillo. No es que el banco me da una promoción ni nada. Lo implementé yo para ayudar a los viejitos por todo lo que sufren hoy en día.
- Suena muy apresurado, ¿pero tienen proyectado hacer más sucursales en un futuro?
Obvio. La idea es expandirme por todos lados, ya sea en la provincia como en la capital. O sea, imaginate que esto arrancó hace dos años con un hijo de 12 del cual se ocupaba mi mamá o mi hermana cuando no estaba. A veces me escapaba un minuto del negocio e iba a buscarlo al colegio. Y ahora tengo cuatro locales. Quiero un imperio de verdulerías.
- Por último, te voy a pedirlo las redes sociales que tengan y el número de WhatsApp para cualquiera que se interese en contactarlas.
El número de WhatsApp es 11-6428-9329 y de las redes solo usamos Instagram: @verduleríalaschicas__.