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Castelar tiene a uno de tres mejores simuladores del mundo

La empresa comenzó a funcionar en la UNLaM y ahora cuenta con una sede propia en Castelar, donde fabrican dispositivos para que los pilotos entrenen en el país.

En un contexto económico muy difícil y en donde todo se hace cada vez más complicado, un emprendimiento se fue haciendo su lugar en el Oeste y hoy en día tiene uno de los tres mejores simuladores de vuelo del mundo, que está situado en la localidad de Castelar, partido de Morón.

Se trata de "Hornero", una empresa nacida hace alrededor de 20 años para los rubros de la fotografía publicitaria y la televisión en un garage de la ciudad de San Justo que, de forma paulatina, fue incorporando equipamiento aeronáutico, tanto en lo óptico como en lo electrónico: soportes, radio controladas, comunicaciones terrestres y aéreas y composite-materials.

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Es así como sus tres fundadores, Adrián Zaccagnino, Sergio García y Franco Marinelli, decidieron producir simuladores con ideas propias y la más alta tecnología aplicada con el objetivo de vincular nuestra experiencia con el mundo de la industria, llegando a conseguir su primera habilitación de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) en noviembre de 2012.

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LA PERLA LARGO

Hoy en día, el crecimiento y el éxito que tuvo la firma les permitió a los tres socios abrir una sede propia sobre la calle General Bartolomé Mitre al 1.886, entre Del Libertador y Gobernador Máximo Paz y a dos cuadras del Colegio Crear y Ser.

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Uno de los simuladores de vuelo de Castelar.

Uno de los simuladores de vuelo de Castelar.

A su vez, uno de esos dispositivos, el AT-802, tiene una certificación está entre las tres mejores a nivel mundial en su tipo, detrás de un desarrollo de Estados Unidos y otro de España, según informó Télam. El mismo sirve para el entrenamiento de pilotos del avión Air Tractor 802, que se especializa en el combate contra incendios forestales.

“El principal beneficio es que aquel que quiere capacitarse lo puede hacer en el país y con un costo mucho menor al que tendría si tuviera que irse al exterior, como sucede hoy en buena parte de los casos”, explicó Adrián, uno de los propietarios.

FUENTE: Télam