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Ciudadela: la historia del super chino saqueado en 2001

En plena crisis del 2001, las imágenes de saqueos a comercios se volvieron algo común pero el llanto de un comerciante de Ciudadela conmovió a la sociedad.

A 20 años de la última gran crisis en Argentina hay imágenes que vuelven más rápido que otras. Los saqueos, la desazón de la gente, el descontente con el gobierno o la represión sanguinaria por parte de las fuerzas policiales son algunas de ellas. Pero hubo una en particular que en medio del caos conmovió a toda la sociedad por igual. El hecho ocurrió en Ciudadela y a día de hoy son muchos los que aún recuerdan con lujo de detalle, el dolor y la desazón de un ciudadano chino, dueño de un supermercado que fue saqueado durante las protestas.

El llanto que se convirtió en una imagen icónica de la crisis del 2001 en Argentina pertenecía a Wang He, ciudadano chino que había llegado al país y había montado su propio negocio: un supermercado que terminaría siendo epicentro de los saqueos en Ciudadela. Wang llevaba un año y medio en el país antes de ese fatídico diciembre y había sido advertido por los vecinos de su barrio de que existía la posibilidad de que los saqueos llegarán a su negocio pero él, ya sea por desconocimiento del idioma o por alguna otra razón, no había reforzado la seguridad.

Saqueo de supermercado chino en Ciudadela - Crisis Argentina 2001

El 2 de diciembre de 2001, Domingo Cavallo anunció que se restringirían el retiro de dinero en efectivo de cajeros a $250 (o dólares en ese momento) semanales. A esa medida se la conoció coloquialmente como Corralito en Argentina ya que el dinero de la gente quedaba retenido en los bancos salvo por el tope semanal que se podía retirar. El objetivo del gobierno, según la explicación de Cavallo, era evitar la extracción masiva de depósitos bancarios y la especulación sobre una posible salida de la convertibilidad.

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LA PERLA LARGO

Sin embargo esta medida ahogó todo movimiento económico paralizando las cadenas de pago y aumentó la crisis y el descontento social. La clase baja, mayormente no bancarizada, llevó la peor parte pues la restricción para el retiro de efectivo limitó la demanda de servicio doméstico y los trabajos de baja calificación como albañilería, fontanería, jardinería, reparación de electrodomésticos.

Toda esta situación generó un combo de descontento que generó los primeros saqueos en el Interior de Argentina. La crisis se agravó con el correr de los días y todo explotó el 19 y 20 de diciembre cuando miles de personas salieron a cacerolear a la calle reclamando contra el gobierno. La represión en todo el país fue brutal y más de 20 personas fallecieron.

En ese contexto, el jueves 20 de diciembre de 2001, un grupo de vecinos saqueó el comercio de Wang He en Ciudadela. Cuatro personas bajaron desde un auto y arrancaron la reja del local que se ubicaba en Avenida Gaona al 4600. Y así mientras "Juan" (como lo conocían sus vecinos argentinos) lloraba desconsolado en la vereda, decenas de personas saqueaban el lugar y se llevaban hasta el arbolito de Navidad.

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Una imegen icónica de la historia argentina: Wang llorando mientras saqueaban su comercio

Una imegen icónica de la historia argentina: Wang llorando mientras saqueaban su comercio

El saqueo no se limitó a los productos en venta sino que también se llevaron heladeras y demás maquinarias del autoservicio. En ese momento estimaron que las pérdidas eran de $100 mil (o dólares) ya que el local había quedado totalmente vacío. En el año y medio que Wang y su mujer llevaban adelante el comercio, habían sufrido varios robos pero nada comparado a lo que vivieron en esas jornadas de diciembre.

"No hay policía, nada", gritaba Wang mientras lloraba desconsolado en la puerta de su local en Ciudadela y los periodistas intentaban consultarle sus sensaciones. Del otro lado también se veían imágenes de desesperación por parte de los manifestantes que se llevaban lo que podían del lugar. "No tengo nada, me llevo la góndola porque no tengo cómo llevarme la comida", explicaba un manifestante que contaba que hacía 6 meses estaba buscando trabajo.

Según una reconstrucción hecha por Infobae en 2006, Wang y su mujer se fueron de Argentina tras la crisis del 2001 y la destrucción de su local en Ciudadela. Incluso tenían un tenedor libre en Resistencia, Chaco, dónde él volvió a trabajar con el paso de los años. Sin embargo, actualmente el paradero de él y su mujer es una incógnita.

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El frente del local actualmente en Ciudadela

El frente del local actualmente en Ciudadela