Todos los habitantes del Oeste que se compraron o pensaron en adquirir una pileta de lona casi siempre tuvieron una opción predilecta para hacerlo: "Piletón", una fábrica ubicada en la localidad de Ciudadela, al sur del partido de Tres de Febrero y justo en el límite con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
Ciudadela: la historia de las piletas más famosas del Oeste
Este emprendimiento de Ciudadela es conocido por toda la zona desde hace medio siglo. De qué manera afrontan la inflación, su lista de precios y cómo surgió.
Este histórico emprendimiento situado sobre la Ciudadela, Avenida Juan Bautista Justo al 3.240, entre las calles Castelli y San Ignacio y frente al Acceso Oeste, fue inaugurado a principios de 1973 por Jorge Fernández, quien falleció hace cuatro años y lo dejó en manos de sus dos hijos, Damián y Jonathan.
"Es una empresa familiar y venimos trabajando siempre codo a codo, luchándola. Somos referentes en la zona desde que estamos acá y, gracias a Dios, el promedio de ventas es siempre pareja y ya nos conocen todos. Eso es una ventaja", explicó al respecto Damián en diálogo con Viví el Oeste.
En cuanto a este año en particular, el comerciante explicó que "es muy complicado" porque "los precios fluctúan un montón" y "cada semana tienen que estar haciendo listas nuevas", a tal punto que en la actualidad, las piletas salen entre los 48 mil y los 535.425 pesos dependiendo de su tamaño: "nosotros tenemos varias promociones, pero siempre nos cambian el costo de la tela, los caños y los plásticos. Todo el tiempo. Eso lo hace más difícil".
Incluso, reveló que a veces ellos mismos tienen que absorber parte del valor de la materia prima para "poder seguir trabajando y que la gente continúe comprando", pero la realidad es que tienen un listado semanal que se modifica cada tres días, más o menos, lo que para él "es una vergüenza y una locura" debido a que "da pena y duele que en este país sea todo así, donde al que quiere progresar y crecer le cueste tanto".
Sin embargo, aceptó que "esa es la realidad" tanto para ellos, que están hace medio siglo en el rubro, como para cualquiera.