Las redes sociales están llenas de historias y una de ellas conmovió a gran parte de la comunidad, cuando una joven le agradeció a un chofer de la línea 236 por su buen gesto, ya que al revisar el colectivo encontró un celular y se lo devolvió a su dueña.
"Quiero agradecer al chofer Mauricio, interno 402 del 236 San Francisco por su buen gesto", sostuvo la joven en Facebook y relató que su madre perdió el celular, ella se contactó con el número y recibió un llamado del chofer para pactar un encuentro y devolver el celular.
La mujer agregó: "Mi mamá perdió el celular, le mandé mensaje al celular de mi mamá, me llamó y me devolvió el celular. No me quiso agarrar la propina", y expresó con mucha emoción que está "muy agradecida, por más choferes como Mauricio".
Usuarios felicitaron al chofer por su buen gesto
Rápidamente la publicación se llenó de comentarios positivos por el buen accionar del chofer: "Puedo dar fe de lo que pasó, viajaba en el colectivo y el chófer me iba comentando sobre el celular y que se comunicó con la dueña para devolverlo".
"Que buen hombre que devolvió el celular, ya son pocas las personas que devuelven lo que encuentran"; "Eso se llama ser honrado, que lo que tiene se lo gana laburando"; "De esas personas hay muy pocas buen gesto del chofer"; fueron otras felicitaciones para el colectivero de la Línea 216 Sociedad Anónima de Transporte.
Otra historia conmovedora de un chofer en Morón
En octubre de 2022, una mujer viajó en el interno 320 de la línea 236, en la estación de Morón junto a su hijo de alrededor de 7 años, quien padece problemas respiratorios desde hace tiempo. A la altura del Cementerio Municipal, ubicado en la esquina de las avenidas Eva Perón e Hipólito Yrigoyen, la mujer tocó el timbre señalando que el niño se descompuso y se quería bajar para que el colectivero continúe su recorrido.
Sin embargo, el chofer reveló que no tenía inconveniente en esperar debido a que, si se marchaba, ella no iba a poder viajar después. Pese a la insistencia de la madre, el colectivero detuvo su marcha y estacionó para que la criatura pudiera tomar un poco de aire.
Al ver que no mejoraba, el conductor, llamado Nacho, fue a comprarle un paf con aerocámara a una farmacia cercana que pagó de su bolsillo y lo hizo sentar en un lugar alto con ventanilla luego de que el nene volviera a respirar con normalidad.