Ante la suspensión de clases presenciales en la provincia según el DNU vigente, tres maestras de jardín de infantes de La Matanza llevan adelante una original idea que comenzó con alta difusión en las últimas horas: se trata de la creación de un Jardín Rodante como un espacio pensado para pequeños grupos de niños que brinde diversas propuestas didácticas.
Con menos turnos laborales por la pandemia, maestras jardineras inaugurarán un “jardín rodante” en el centro de San Justo
El Jardín Rodante “Calafá”-tal como lo llamaron sus creadoras- busca brindar “diferentes espacios lúdicos con material didáctico donde puedan explorar y a la vez interactuar entre pares”. Así lo explica Maria Laura Grassi, una de las docentes creadoras, a Viví el Oeste, en conjunto con las profesionales Camila Agosta y Fátima Cancinos.
“Somos tres docentes recibidas de nivel inicial contamos con amplia experiencia laboral en jardines maternales e infantes, con niños y niñas de 45 días hasta los 5 años. Es rodante porque nuestra idea es ir rotando de casa en casa y también realizar encuentros en plazas”, contó Grassi. La iniciativa surgió luego de que las docentes tengan menos turnos laborales afectadas por la pandemia.

En tanto, María Laura sumó que “cuentan con un lugar ubicado en pleno centro de San Justo -entre las calles Santamarina esquina Venezuela- donde hay un espacio superior y otro inferior amplios en los que se garantiza el distanciamiento”.
Lo cierto es que la idea tomó forma definitivamente la semana pasada, y las inscripciones presentaron un gran éxito en el comienzo. La inauguración tendrá lugar cuando la situación sanitaria y las autoridades provinciales dispongan el regreso a clases. En principio, los encuentros serán los sábados por la tarde, con burbujas separadas para dos, cuatro y cinco años organizadas de acuerdo con la edad de los alumnos. Ya hay seis nenes anotados y el grupo para dos años está completo.
“Estamos sorprendidas con la difusión que tuvimos. Yo comencé a dar clases de nivelación a un nene en Isidro Casanova y a otra nena en Ramos Mejía. Luego le comenté la idea a mi compañera y ahí comenzamos”, relata Grassi, quien también aclara que “no necesitan habilitación municipal porque funciona de la misma forma que un docente particular da clases o es contratado por los padres”.
Y continúa: “En principio contamos con un departamento amplio. En la parte superior se harán los talleres, habrá de expresión corporal, de juegos de construcción, de juegos dramáticos, de exploración, música, teatro, literatura, artes visuales, comida, entre otros, mientras que también contamos con un patio descubierto y amplia ventilación”.

En paralelo, la docente remarca a este medio que el cumplimiento de protocolo se llevará a cabo de la misma forma que lo hacen los jardines tradicionales. Entre las normativas, habrá que presentar una declaración jurada firmado por el responsable del menor, que dejará constancia de que el niño no tuvo contacto estrecho con personas positivo de Covid y ésta deberá ser entregada todos los días que el niño asista.
Además, se tomará la temperatura el ingreso, no permitiendo la entrada de aquellos que presenten 37.5 grados de temperatura o más. También se sanitizarán pies y manos al ingreso y a su vez el espacio en intervalos de 30 minutos, se implementará alcohol en gel y el uso obligatorio de barbijos para nenes y mascarillas para las maestras.
Previo al encuentro se realizará una reunión mediante video llamada/ o zoom con las docentes para una presentación y aclarar dudas. “Vamos a hablar con los padres y con los niños. Nosotras planteamos que en esas dos horas que el nene está en el taller las familias se queden por el barrio por cualquier cosa que suceda. Nosotras ya estamos capacitadas y trabajamos en jardines de infantes y maternales, queremos brindarle todo ese tipo de información y seguridad a los papas”, aseguró María Laura.
Para conocer más información podés ingresar a las redes sociales del proyecto Jardín Rodante Calafá: https://www.instagram.com/jardinrodantecalafa/