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El momento místico de Donald en Hurlingham: Vivió una experiencia “extrasensorial” en la celebración de una parroquia

En el marco de los festejos por los 41 años de la Parroquia “Nuestra Señora del camino de Hurlingham”, se realizó una fiesta de la que participó el autor de éxitos como “Siempre fuimos compañeros” junto a su hija Melody. Allí vivió una experiencia que el músico definió en: “La realidad supera a la ficción”.

“A esta altura de mi vida amigos, nada debería asombrarme y, sin embargo, ayer me asombré” comenzó relatando Donald tras la visita a Hurlingham y continuó: “Resulta imposible para mí, hoy, el medir cuánto y en qué forma, los sucesos de ayer, van a afectar mi vida a partir de ahora en más. Sólo sé que no soy, ni nunca volveré a ser, el mismo que fui ayer”.

Antes de contar su experiencia, el cantautor aclaró que “a más de uno le sonará a cuento de ficción, pero créanme, por más increíble que suene, reitero, es verdad. La realidad superó la ficción y no por producto de mi imaginación. Tengo pruebas y testigos. Documentos, mi memoria y cuatrocientas personas, entre ellas a mi propia familia”.

FV JULIO EPU
LA PERLA LARGO

Así, Donald Clifton Mc Cluskey, popularmente conocido como “Donald” comenzó a relatar los hechos que comenzaron al llegar a la Parroquia Nuestra Señora del Camino, ubicada en Coraceros 2823, para acompañar la celebración de las fiestas patronales junto a su familia.

Fue al llegar a la iglesia, cuando se bajó del auto y vio que una procesión se acercaba a donde ellos estaban, llevando una estatua con la imagen de la Virgen y entonando estrofas que al cantante le resultaron conocidas. Se trataba de un tema que él había compuesto en 1980.

“Hace 38 años atrás, un productor discográfico me llamó a casa y me ofreció que le pusiera música a unos versos que él había escrito. La letra me gustó e inventé una melodía. Posteriormente grabé la canción en la RCA y la misma fue incluida en un LP de un compilado con artistas varios. Nunca supe si ese disco se había vendido o no y nunca la canté en público. Me olvidé de ella. Nunca más desde entonces volví a oírla, hasta ayer” relató.

Ante la sorpresa, desconcertados, Donald entró con la multitud batiendo palmas, fue recibido por el Padre y se sentó junto a sus nietos en la primera fila, frente a donde había quedado ubicada la imagen de la Virgen del Camino. Mientras esperaba el inicio de la ceremonia una señora se acercó y depositó a los pies de la Virgen una rosa.

Donald fue presentado ante los invitados. “Nadie hablaba, todos me miraban y, súbitamente, en medio de ese silencio y asombro generalizado, de pronto, la rosa que estaba en la repisita a los pies de la Virgen, más que caerse, pareció saltar de donde estaba y quedó tirada en el piso frente a mí. Pegué un salto, agarré la flor y dificultosamente volví a acomodar la rosa en ese lugar donde debía estar” detalló el cantante.

Tras el momento místico vivido, el músico compartió un almuerzo con los más de 400 invitados y entonó algunas de sus canciones junto a la comunidad parroquial, su hija Melody, y sus nietos que lo acompañaron para la ocasión.

“Después una noche casi sin dormir pensando en lo de ayer y dándole gracias a Dios, cada vez que me despertaba, por tomarse el tiempo de sorprenderme, de asombrarme como a un niño, cuando a mí edad nada debiera sorprenderme. ¿Y ahora? ¿Y ahora que hago de mi vida?” reflexionó tras lo sucedido.