Hoy estas ahí con el ruido del tren, con la musica en tus oídos, scrolleando historias en tu celu o leyendo desde la pantalla en tu media hora de almuerzo laboral. En cualquier lugar en el que estes, en esta columna de espiritualidad te digo, que tenes la chance
Espiritualidad: ¿..y si la vida no debería ser mejorada?
En este nuevo espacio sobre espiritualidad, ¿..y si la vida no debería de ser mejorada? Vamos a naufragar en la respuesta, claro! si la hay...Estas listo?
Cuando hablamos de ruído todos entendemos la definición lógica pero si te preguntara ¿Para qué lo necesitas? ¿Qué me responderías? Entretenerte me dirías y eso llevaría a otra pregunta: "¿Estas aburrido?". Pero si la finalidad del ruído fuera evitar la verdad? ¿Evitar el silencio?
Seguramente te ha pasado que dentro tuyo hay una nostalgia que no se sacia con nada del exterior, probaste por todos lados y no cesa. Hay un momento en nuestras vidas que por un hecho algo acontece que lo invade todo, sucede sin estridencias ni grandes lujos y que es irrefrenable. El dolor fue el tsunami pero lo que queda despues se llama silencio y no como ausencia de ruido sino como "presencia de todo". Cuando el silencio aparece no tiene sentido ni los caminos, ni las prácticas, mantras, plegarias, credos o dogmas y hasta las palabras sobran y no porque no sirvan sino porque carecen de significado frente a lo absoluto. Buscamos a Dios en iglesias, escrituras, curas y gurúes pero ¿Por qué no descubrís a Dios en vos? Porque todo eso es incómodo, quedarse quieto no gusta porque es como morir. Es insoportable para la mente no sostener ideas porque asi no hay nada a que aferrarse. Cuando aceptas morir antes de morir ves a Dios en todo su esplendor y no por la idea de su imagen sino que " en la no imagen aparece la contundencia de su presencia" que no requiere palabras, definición o ser pensado. Dejas de correr y el vacio te invade como manta fria que no arma nuevas ideas sino que desarma las que ya tenes.
Corrés caminos como turista o peregrino pero nunca dejas el camino, escribis historias, peleas guerras que no existen solo para evitar eso que realmente sos y hasta es mejor sufrír para seguir reconociendo lo innevitable que es la finitud del cuerpo. Cuerpo como herida como pensamiento como placer como dolor como aniversario como historia como personaje como reputación.
No quiero convencerte de nada y menos que me creas asi por que sí. Todo comienza con una pregunta que va al centro de tu "yo": ¿Quién soy? Me diras facilmente "Alguien" y si te dijera que ahí radica el engaño? Sigo.. ¿A quién le esta pasando? "A MÍ" ahí lo ves claramente! la mente reconociendo su propio engaño: es cuerpo! Pero entonces ¿Quién hizo la pregunta? Eso es lo que sos!
Darse cuenta de quien sos en verdad te libera no para dejar de ser como "estar en este mundo" sino para no padecer o sufrír por el mismo. La presencia de quien sos, Dios en vos no tiene nada que hacer, decir ni caminar ningun camino solo es y lo que es no requiere ruído, gritos para hacerse ver, selfies o historias. Lo verdadero es sin necesidad de ser descripto, pensado, dicho y mucho menos le importa su reputación, historia nombre o futuro... Acaso alguien le pediría al sol que alumbre...?
NAMASTÉ.
Cristian Alvarez @crishhher
Facilitador Holístico