Hace exactamente 32 años, se dio una de las muestras de amor y fe más grandes en la historia de la localidad de González Catán: la multitudinaria caravana que acompañó un sarcófago desde el cementerio del barrio porteño de Recoleta hacia el sur del partido de La Matanza.
A 32 años de la multitudinaria caravana a González Catán para trasladar a Mario Pantaleo
Más de 15 mil personas acompañaron los restos del sacerdote un 8 de mayo, pero de 1993, para que descanse en paz dentro de su lugar en el mundo: La Matanza.
En aquel sepulcro se encontraban los restos de ni más ni menos que José Mario Pantaleo, quien había fallecido el 19 de agosto de 1992 mientras vivía en su casa ubicada sobre la calle Coronel Conde al 5.670, entre Juan Pío Gana y Barragán Bastilla y a la altura del kilómetro 31 de la Ruta Nacional número 31 (Avenida Brigadier General Juan Manuel de Rosas).
Luego de ser trasladado al Sanatorio de la Trinidad de la Capital Federal y permanecer internado por 40 días, el sacerdote murió rodeado por una veintena de fieles que lo acompañaron hasta sus últimos momentos y lo velaron en la Capilla Cristo Caminante de la citada zona matancera.
Días después resultó enterrado en la mencionada necrópolis de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) debido a que se comenzó a construir su mausoleo en el lugar donde había puso en marcha su obra a principios de 1968 y cuyo destello final fue la escuela secundaria inaugurada en marzo de 1982.
La multitudinaria caravana a González Catán
"Ahora, este es mi lugar. Allí está mi gente, mi tierra, mi iglesia y mis ilusiones. Ese es el sitio que he elegido para mi último sueño", le dijo el Padre Mario a su hermana tras instalarse en González Catán.
Es por eso que, después de adecuar su domicilio original para que pueda descansar en paz donde siempre se sintió acogido y amado, más de 15 mil personas lo acompañaron un 8 de mayo, pero de 1993, y lo depositaron en su tumba actual.