Un 11 de noviembre, pero de 1899, un grupo de vecinos se reunió en la Plaza San Martín, que actualmente se ubica en la calle Maipú al 199, colocó la piedra fundacional del pueblo que iba a rodear a la estación del Ferrocarril Oeste (hoy llamado Tren Sarmiento) y que se llamó de la misma manera: Haedo.
Haedo cumple 135 años: la historia de un nombre fundado con un error caligráfico
Un día como hoy, pero de 1889, se colocó la piedra fundacional del pueblo haedense, uno de los nudos ferroviarios más icónicos del Oeste y del Conurbano.
Este lugar le debe su vida a la instalación de la parada cerca del cruce de las arterias Estrada y Juan B. Justo que funcionaba de "empalme" entre la vía que llegaba desde la ciudad de Morón y de La Plata, recientemente declarada como capital provincial. Este último luego pasó al Tren Roca y ahora llega a Temperley.
A partir de esta situación, comenzaron a venderse los primeros terrenos en el área cercana y la historia local dio un giro dos años después, en 1888, cuando Pedro del Carril, Nemesio Escobedo y Francisco Saforcada se encargaron de realizar la traza, tramitar la autorización para su fundación y organizar un nuevo loteo en el que se registraron más de 400 ventas.
La fundación oficial y el origen erróneo del nombre "Haedo"
Así se llegó al 11 de noviembre de 1889, hace exactamente 135 años, cuando se colocó la piedra fundamental en el mencionado parque. Durante el siglo XX, la localidad se transformó en un importante nudo ferroviario conformado por dos servicios y sus estaciones, edificios destinados a oficinas, imprenta, centro asistencial y talleres.
El crecimiento de la zona fue superlativo e hizo que adquiriera un importante perfil urbano al poco tiempo. La radicación de establecimientos industriales también generó el desarrollo económico, social y demográfico que determinó que Haedo fuera declarada ciudad el 12 de noviembre de 1964, un día después de su aniversario número 75.
Haedo lleva este nombre en homenaje a Mariano Francisco, un empresario uruguayo al que muchos erróneamente denominaron José por un error en la interpretación de la caligrafía y que supo ser presidente de la cooperativa del Ferrocarril Oeste y del BAPRO (Banco de la Provincia de Buenos Aires).