La empresa estatal Trenes Argentinos Operaciones anunció que el ramal del Tren Roca que une la localidad de Haedo, al este del partido de Morón, con el centro de Temperley sumó a partir de hoy lunes, 22 de mayo, dos servicios más a su cronograma de los días de semana.
Haedo: el tren a Temperley sumó dos servicios más
El único transporte público que une Haedo y el Oeste con la zona sur de forma directa volverá a circular de noche después de mucho tiempo. Mirá el cronograma.
De ahora en adelante, las formaciones del único transporte público que une el Oeste con la zona sur del Gran Buenos Aires de forma directa saldrán nueve veces a las vías en ambos sentidos entre las 5:15 de la mañana y las 21:20 horas, lo que significa que van a retomar el servicio nocturno después de mucho tiempo.
El primer convoy desde la ciudad haedense partirá a las 6:50 y el último hará lo propio a las 20 en punto, lo que representa una frecuencia de entre 40 y 50 minutos las jornadas hábiles. En tanto, la cantidad de recorridos de los findes se mantendrá en siete: los sábados arrancará a las 6 para terminar a las 19 y los domingos empezará a las 6:40 y finalizará a las 19:40.
Esta medida representa un leve acercamiento al pasado operativo del ramal, que una década atrás supo tener 18 trayectos diarios que tardaban menos de una hora en unir las dos cabeceras mientras era administrado por la Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria de Emergencia Sociedad Anónima (UGOFE SA), ahora disuelta y con sus prestaciones absorbidas por el Estado nacional.
Este notorio desgaste se suma al hecho de que entre octubre de 2019 y abril de 2021 el ramal estuvo interrumpido debido a un socavón en el terraplén a la altura del kilómetro 35 (Ingeniero Budge).
Previamente, este tren incluso llegaba hasta la La Plata y de vez en cuando a Luján, aunque su capacidad operativa se redujo al mínimo. A su vez, la gran mayoría de sus estaciones y apeaderos se encuentra en un estado ruinoso (muchas de ellas apenas son tablones que ofician de plataformas) y sus vías están bajo la permanente amenaza de ocupación por parte de las familias que allí instalan sus precarias viviendas.