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Haedo: se cumplieron 18 años del incendio de la estación

Un 1 de noviembre, pero de 2005, la histórica parada de Haedo fue prendida fuego y destruida por completo. Cómo fue la ola de furia que desencadenó el hecho.

Ayer miércoles, 1 de noviembre, se cumplieron 18 años de una mañana de violencia y destrucción que los vecinos de la localidad de Haedo, al este del partido de Morón, recuerdan con mucho dolor y angustia: el incendio intencional de la vieja estación del Tren Sarmiento, su patrimonio más importante.

La cadena de hechos que desencadenó el gran foco ígneo comenzó a las 4:45 horas de ese martes, cuando una formación en mal estado destruyó el tercer riel entre las paradas de Merlo y San Antonio de Padua y ocasionó más de 60 minutos de demora, una gran congestión de pasajeros en los andenes y mucha bronca.

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Un tiempo después, otra que partió de Moreno tuvo un recalentamiento por la sobrecarga de motores y los cableados y encendió unas llamas en su interior. El motorman lo frenó por las averías resultantes, pero los usuarios lo presionaron para continuar varios kilómetros más hasta las 7:50 horas, momento en el que se detuvo en el andén bajo de Haedo.

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LA PERLA LARGO

Los viajeros debieron cambiar de convoy, aunque no pudieron hacerlo ya que el que venía detrás estaba repleto y no tenía más lugar. Así fue como empezaron las quejas acompañadas de una lluvia de piedras a los vidrios, el corte de las vías, la agresión a los trabajadores de la ex Trenes de Buenos Aires (TBA) y la colocación de papeles encendidos debajo de los asientos.

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De esta forma, el saldo de los incidentes fue de 113 detenidos (ocho de ellos menores), un patrullero y 15 vagones destruidos y la histórica estación de Haedo totalmente incinerada. Veintiún personas fueron atendidas en el Hospital Interzonal General de Agudos “Profesor Doctor Luis Güemes”, mientras que un bombero, una mujer policía y un vecino permanecieron internados al menos 24 horas.

Tras marchas, abrazos solidarios y quejas por parte de la población local, se pudo reconstruir la emblemática parada ferroviaria casi al completo y que sea reabierta al año siguiente, respetando la mayoría de la arquitectura original.