Hacia 1896, la empresa inglesa The Buenos Aires Western Railway inauguró un nuevo galpón en la incipiente la localidad de Haedo, al este del partido de Morón, que hoy en día es el Depósito de Locomotoras homónimo del Tren Sarmiento y uno de los espacios ferroviarios más importantes de la región.
Viví el Oeste recorrió el Depósito de Locomotoras de Haedo: conocelo por dentro
En exclusiva, un recorrido por las instalaciones de uno de los espacios ferroviarios más importantes de la región. Descubrí qué pasa en su interior.
A 128 años de su creación, Viví el Oeste pudo acceder de forma exclusiva para recorrer las 11 vías (ocho internas y tres externas) que lo componen de la mano de Elías, uno de sus trabajadores, quien contó que la línea cuenta hoy en día con entre ocho y nueve máquinas a disposición para sus seis servicios.
Dentro del lugar se pueden encontrar cuatro modelos diferentes: las de Material Ferroviario Sociedad Anónima (Materfer SA), las serie 319 de la Red Nacional de los Ferrocarriles Españoles (RENFE), las ALCo RSD-16 y las GT22. El primero es el más nuevo, pero también el más "complicado" y proclive a romperse a diferencia de los otros tres que, pese a haber sido fabricados en la década de 1960, rara vez fallan.
Cómo se trabaja en el Depósito de Locomotoras de Haedo
Esta dependencia se encarga de los trabajos más urgentes y sus empleados se caracterizan por saber un poco de todo. Eléctrica, neumática, carrocería, mecánica... Para lo que se los necesite, ellos están. Eso marca una diferencia con, por ejemplo, los talleres del barrio porteño de Liniers, donde la labor es mucho más sectorizada.
En cuanto a la duración de las reparaciones, la mayoría de ellas se terminan en el día o a lo sumo tres o cuatro, dependiendo de su gravedad. Para hacerlas cuentan con fosas, puentes y el llamado gato ferroviario, un instrumento que permite levantar las unidades y tratar sus ruedas, motores o bogies (conjunto de dos pares de ruedas montadas sobre sendos ejes).
Con la amabilidad que caracteriza a los 41 hombres y mujeres que acuden al predio haedense, este medio se llevó la mejor de las impresiones y se enorgullece en haber podido ver en primera persona su ardua y dedicada pasión por los trenes.