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A días de la final del Abierto de Hurlingham, el recuerdo de la visita del Rey británico

Este fin de semana se definirá el tradicional torneo de polo en el Oeste, pero 25 años atrás supo ser el escenario de una inédita visita del actual monarca.

A solo dos días de la gran final del 131° Campeonato Abierto de Polo del Hurlingham Club, el más antiguo del mundo y el primero de la Triple Corona que dirimirán La Dolfina y La Natividad, el día sábado a las 16:30 horas, Viví el Oeste se propuso recordar la visita del Rey Carlos III a esa institución del Oeste.

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El evento en cuestión fue el 10 de marzo de 1999, en el medio del corto periplo del por entonces Príncipe de Gales por la República Argentina. Es bien sabido de su fanatismo por el polo y que este deporte tiene al país como su mayor potencia a nivel colectivo e individual.

Esa tarde, el monarca participó de un partido que contó con unos 1.500 invitados y que organizó la Fundación Impulsar. Él había asegurado que jugar acá "era un sueño" debido al gran nivel que hay, por lo que vistió la camiseta verde con vivos rojos de Windsor Park ante la mirada de, por ejemplo, Mirtha Legrand y Susana Giménez.

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LA PERLA LARGO
Embed - ARCHIVO LOCAL : LA VISITA DEL AHORA "REY DE GALES" A HURLINGHAM EN 1999

A su vez, usó el dorsal número 4 y formó el equipo junto a Mariano Cabanillas, Horacio Heguy y Eduardo Heguy, mientras que los "rivales" fueron José Ramón Santamarina, José Ignacio Araya, Santiago Araya y Mariano Zimmermann.

Cómo se desempeñó el Rey en Hurlingham

"Pese a sus dos goles de handicap (valorización que va de 0 a 10 y que marca el nivel del polista), que debió subirse a caballos desconocidos y que adelante tenía a los mejores del mundo, dejó una buena imagen. Tiene idea conceptual del juego, toma bien al equino y no se lo ve deambulando por la cancha. Aprobado”, señaló el periodista Claudio Cerviño en su momento.

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Como su equipo resultó ganador por 9 a 7, el máximo exponente del Reino Unido de la Gran Bretaña celebró con la tradicional toma de champagne desde el trofeo del cotejo (meramente simbólica y que se hizo especialmente para ese cotejo).