El hecho ocurrió el lunes por la tarde y quedó registrado gracias a las grabaciones de un grupo de vecinos que no podían creer lo que veían. Un militar retirado de la fuerza, de nombre José Luis G., le disparó tres balazos en la cabeza a un perro que era muy querido por todos los vecinos. La situación se viralizó en las redes sociales y generó indignación en la gente que pidió que haya Justicia por este hecho.
Indignación de los vecinos de San Justo ante un aberrante hecho: un militar retirado asesinó de 3 balazos a un perro del barrio
El lunes por la mañana este barrio ubicado en el límite entre San Justo y Villa Luzuriaga se vio conmocionado por el asalto a mano armada de tres delincuentes a un hombre. Horas después, y a menos de 10 cuadras, un nuevo hecho generó indignación entre los vecinos. Un militar retirado de la fuerza remató a un perro callejero con tres disparos en la cabeza y ante la vista de todos.
Vídeo del indignante hecho:
“Era un perrito cuidado por tres familias, cariñoso y ni siquiera era agresivo porque no tenía dientes”, aseguraron los vecinos. El dolor en el barrio fue muy grande porque el animal se había ganado el corazón de la gente. Incluso algunas personas relataron que los acompañaba en sus recorridas de compras por la zona. Todos se unieron para pedir justicia y para difundir el hecho para que llegue a cada vez más personas.

La gente pidió el rápido accionar de la Justicia y mostraron su temor por la presencia en el barrio de este hombre que circula armado. “Todo empezó por una pelea con otro perro de la zona y este hombre no tuvo mejor idea que pegarle tres tiros en la cabeza”, exclamó indignada otra vecina. El animal era conocido como Bobby y todos destacaron la nula agresividad que mostraba hacia las persona.
Esta tarde a las 18 horas habrá una concentración en San Justo para pedir Justicia por el animal muerto y para que se actué ante la violencia ejercida por este hombre. En el vídeo también se observa como una mujer lo encara luego de consumado el hecho y el ex militar justifica su accionar. El acusado afirmó que se puso a derecho de la Justicia pero consideró “una locura” las amenazas recibidas por parte de la gente y negó estar arrepentido por el hecho que cometió.