A un año del femicidio de María Dolores Juncos en Isidro Casanova, su familia sale a la calle a reclamar justicia. Con una emotiva marcha, que comenzará en Lomas de Zamora y culminará en la vivienda de La Matanza donde ocurrió el aberrante hecho, sus allegados pedirán la prisión perpetua para el acusado.
Isidro Casanova: Marchan por María Dolores Juncos
Se cumple un año del femicidio de María Dolores Juncos en Isidro Casanova. Su familia marchará para pedir justicia hasta la vivienda donde ocurrió el hecho.
"Queremos perpetua y no domiciliaria, que vaya a la cárcel", aseguró su familia en un video para difundir la convocatoria que fue compartido a Viví el Oeste. "Su familia sale a las calles a pedir justicia, vos podés ser parte de esta lucha", agregan.
Tal lo mencionado la víctima y su familia vivieron toda su vida en Lomas de Zamora, motivo por el cual la caminata comenzará allí, desde la calle Iparraguirre 3414, y culminará en Fournier 1051, en el barrio de Isidro Casanova, en la puerta de la vivienda donde ocurrió el femicidio.
María Dolores tenía solo 35 años fue asesinada de al menos 11 puñaladas. Por el femicidio fue detenida su pareja de 78, Ramón Acuña, que intentó suicidarse y fue detenido en la causa.
La joven fue atacada alrededor de las 11 de esta mañana de ese día, hace exactamente un año, en una casa ubicada en Fournier 1051, entre Elías Bedoya y Tomás Edison.
Juncos gritó lo más fuerte que pudo para que alguien la rescatara. Gritó tanto que cuando observó que el ataque era inevitable intentó disuadir a su agresor, convencerlo de que no le hiciera daño. Pero ya era tarde.
Detalles del caso
“Yo también te quería”, le dijo la mujer segundos antes de morir a Ramón Hermes Acuña, jubilado y pensionado, ex transportista, su pareja desde hacía al menos un año, 43 años mayor que ella. Pero a Acuña no le importó: la asesinó de al menos 10 puñaladas al cuello con un cuchillo de 15 centímetros.
Del otro lado de la pared donde asesinaron a Juncos, de 35 años, una familiar de Acuña, de 78, escuchó los pedidos de auxilio, pero se quedó en estado de shock. Cuando logró comprender la situación, se dirigió rápidamente a buscar a la hija de Acuña, Sandra, quien vivía cerca del lugar.
La mujer, una vez que llegó a la casa de Fournier al 1000 en Isidro Casanova, ingresó y fue directo al cuarto de donde habían salido esos gritos de pavor. Abrió la puerta y la dantesca escena de femicidio que observó la dejó atónita. Ambos yacían tendidos sobre la cama envueltos en sangre y el cuchillo se encontraba en medio de la pareja.
Juncos ya no respiraba. Acuña, en cambio, apenas se movía. Había intentado quitarse la vida acogotándose con el mismo elemento que segundos antes había utilizado para asesinar a su pareja. Sandra llamó al 911.
En aquel momento, los investigadores retiraron todos los elementos probatorios envueltos en sangre para comenzar con los peritajes correspondientes. Acuña, por su parte, fue trasladado al hospital Paroissien, donde fue operado y quedó internado.
El fiscal Gastón Duplaá, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Temática Homicidios Dolosos del distrito, indagó dos días después del hecho al sospechoso por el delito de "homicidio doblemente agravado por la relación de pareja y por haber sido perpetrado contra una mujer por un hombre mediando violencia de género", que prevé la pena de prisión perpetua.
Si bien el acusado se encuentra hasta el día de la fecha en prisión preventiva, aún no hay un veredicto al respecto sobre su condena. Los familiares de María Dolores piden justicia cuanto antes.