Tras más de 18 meses de pandemia, las flexibilizaciones que se logran por la baja de contagios son un síntoma de la vuelta a cierta normalidad. En esa situación se encuentra Emiliano Vázquez. El joven taekwondista de Ituzaingó se prepara para volver a competir a nivel nacional el próximo domingo con un objetivo que ya tiene entre ceja y ceja: la clasificación al próximo Mundial que se disputará en Amsterdam, Holanda en 2022. Sus días pasan entre el entrenamiento, el trabajo, sus estudios y la búsqueda de sponsors que apoyen su carrera y le permitan viajar a competir por el mundo.
“Este domingo tengo el primer torneo del circuito nacional luego de la pandemia. Los clasificatorios contra el Mundial arrancan en diciembre pero este torneo del domingo nos permitirá saber cómo estamos tras tanto tiempo sin competencia", comentó Emiliano en charla exclusiva con Viví el Oeste. Estos meses sin competir fueron un desafío para el joven taekwondista de Ituzaingó ya que la falta de objetivos fijos fueron una complicación a nivel mental. "Era ir a entrenar por nada y costaba desde el lado de la motivación. Pero ahora volvió lo lindo".
La vuelta fue con todo y con una agenda muy cargada: trabajo como instructor de manejo en una escuelita de Villa Devoto por las mañanas y las tardes dedicadas al taekwondo y el estudio. Además de entrenar, Emiliano da clases a jóvenes en Ramos Mejía y estudia la carrera de educación física en la UNAHUR de Hurlingham. "Estudio, entreno y vivo en el Oeste. Acá tengo todo: mis amigos, mis alumnos, mi familia y mi casa por lo que no me quiero ir nunca de acá”, afirmó el deportista sobre su vínculo con la Zona.
En 2019, meses antes de que la pandemia detuviera todo, Emiliano pudo probarse a nivel internacional en un Panamericano realizado en Uruguay. El joven del Oeste volvió con la medalla de plata tras perder la final ante un compatriota y con una mochila cargada de nuevas experiencias. "Es una sensación inexplicable representar al país y quiero volver a hacerlo porque es algo hermoso", reveló.
Sus inicios en el Taekwondo y los aprendizajes logrados
Emiliano arrancó a los cuatro años en el deporte de la mano de uno de los mejores amigos de su papá. Pablo, quien sigue siendo su entrenador, se puso una escuela de taekwondo cerca de la casa de los Vázquez y Emiliano fue uno de sus primeros alumnos. El vínculo creció a lo largo de los años por todos los momentos vividos juntos. "En la final de Uruguay perdí por KO y el sufrió muchísimo esa situación. En ese momento él es mi coach pero obviamente que los sentimientos personales están a flor de piel”, destacó el taekwondista.
El deporte le dio mucho a Emiliano en su vida. De chico le detectaron celiaquía y en sus palabras, el taekwondo lo hizo crecer muchísimo para enfrentar las situaciones de la vida. Hoy a más de 15 años de ese momento, ya esta acostumbrado a su dieta sin harinas tradicionales y con harina de arroz para reemplazar la ingesta de hidratos.
La búsqueda de sponsors también se volvió algo fundamental para solventar su carrera. "La mínima ayuda siempre viene bien porque uno tiene que viajar a diferentes lugares por la competencia. Por ejemplo anotarme en los tres selectivos para el Mundial me cuesta U$S 100 cada uno", contó. En las últimas semanas Dianca Ascensores y Zinguería Juan Adaro se sumaron para apoyarlo en su desarrollo.
El nivel en Argentina es tan alto que algunos ex competidores le comentaron que si logra clasificar al Mundial (logran el boleto dos taekwondistas argentinos en cada categoría), el podio y la medalla son factibles. Sin embargo el elige no apresurarse e ir paso a paso: "Por ahora estará hecho con ir al Mundial y si lo consigo, ahí buscaré nuevos objetivos".