Un 24 de octubre, pero de 1872, el petitorio de Manuel Rodríguez Fragio era aprobado por el gobernador de Buenos Aires de entonces, Mariano Acosta, y de manera oficial nacía el pueblo de Santa Rosa, cuya arteria más importante y razón de ser era la estación del Ferrocarril Oeste (actual Tren Sarmiento) llamada "Ituzaingó".
Ituzaingó cumple hoy 151 años de vida como pueblo
Un día como hoy, pero de 1872, se fundaba el pueblo de Santa Rosa, que luego se llamaría Ituzaingó. Las dudas del nombre, el tranvía local y sus dos batallas.
En las décadas previas, las tierras del Jardín del Oeste solo servían de tránsito para los carruajes de los poderosos estancieros españoles que buscaban atravesar el río de las Conchas (hoy denominado Reconquista) y una gran parte pertenecía al militar español Diego Rodríguez Flores como recompensa de sus servicios prestados bajo el reinado de Fernando VI.
Dicho cruce fue el escenario de una batalla vital en la guerra civil entre unitarios y federales: la del Puente de Márquez del 26 de abril de 1829, cuando las fuerzas rosistas (lideradas por el gobernador de Santa Fe, Estanislao López) triunfaron sobre las del general Juan Lavalle y se hicieron con el poder provincial. Dos años después, el Partido Federal tomaría el control del país.
Tras unos traspasos de los terrenos que yacían entre Merlo y Morón a familiares directos de Rodríguez Flores, en 1864 quedaron en manos de uno de sus hijos a través de un juicio sucesorio: Manuel Rodríguez Fragio, quien gracias a esta adquisición se abocó de inmediato a la formación de un nuevo centro de población.
Con este objetivo en mente, Fragio hace la presentación ante la Gobernación el 11 de octubre de 1872. Destinó 66 manzanas a los dos lados de las vías del Ferrocarril Oeste, formando un triángulo entre las actuales calles Ratti, Concejal Firpo, Alvear y Santa Rosa - Blas Parera, con una de ellas para los edificios públicos (Mansilla, Las Heras, Olazabal y Soler) dos para las plazas (actuales 20 de Febrero y parte de la San Martín) y una parte para la parada ferroviaria y el asilo de ancianos.
De este modo, queda fundado oficialmente el pueblo de Santa Rosa el 24 de octubre siguiente, cuya estación de trenes recibió el nombre de “Ituzaingó”, la cual permaneció cerrada porque aún no estaba poblado el lugar. Dos años después, las firmas inmobiliarias Adolfo Bullrich y Francisco de la Serna iniciaron el remate de lotes para el asentamiento de una población estable.
Las distintas teorías sobre su nombre
Existen varias versiones populares acerca de la mencionada denominación, que hace honor a la batalla homónima, ocurrida en Brasil el 20 de febrero de 1827 y donde las fuerzas argentinas obtuvieron un resonante triunfo frente a las imperiales. La oficial dice que, en guaraní, "I" (Y) significa agua cascada o catarata, "Tu" (Ty) abundante o mucho y "Zaingo" (Saingo) colgante o que cae.
Empero, otra sostiene que en la localidad correntina del mismo nombre existían dos tribus cara-cara y en una había una princesa muy bonita, de la cual estaba enamorado el cacique de la otra, It-u. Al no ser correspondido, este desapareció y fue encontrado colgado de un árbol días después. El primero que lo vio, exclamó: "¡E'Hecantena It-u ozaingo oina! ", que quiere decir "Miren a It-u colgado, se está balanceando ".
El tranvía local
Los tranvías de Ituzaingó fueron los únicos (a excepción del recorrido que pasó por San Miguel) que tuvo el Oeste a principios del siglo XX, los cuales llegaron como un "regalo" de la compañía Anglo Argentina (CTAA) y que hicieron su primera salida el 24 de mayo de 1914 desde el barrio de Villa Ariza hasta la estación.
A comienzos de la década del 20, se amplió 150 metros el trayecto y comenzó a utilizarse una zorra a caballo para el transporte de ladrillos. El servicio queda a cargo de la “Compañía de Tranvías Ituzaingó”, que cobraba 20 centavos cada pasaje. En 1928, se les instalaron motores Ford, un circuito de vías en forma de triángulo y una plataforma giratoria.
Finalmente, la pavimentación de las calles y las líneas de colectivo que facilitan el acceso al Tren Sarmiento lograron que para 1937 el tranvía dejará de funcionar. Hoy en día, quedan algunos recuerdos en Villa Ariza, como el nombre de sus conductores en la memoria de los vecinos y un resto de vías en la esquina de José María Paz y Olavarría.