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Ituzaingó: la historia del tranvía

Como una necesidad de conectar Villa Ariza con la estación Ituzaingó del Tren Sarmiento, en 1914 comenzó el recorrido del tranvía a caballo.

En 1907, José María Ariza, un empresario tabacalero que buscaba promocionar su negocio, ofrecía por quinientas marquillas vacías, un lote de terreno en Ituzaingó. La municipalidad aprobó los planos y le dio el nombre de Villa Esperanza, pero finalmente quedó el nombre original de Villa Ariza.

Esa zona se encontraba deshabitada y su prospero crecimiento se veía dificultado debido al difícil acceso. Con el cierre de la fábrica de tabaco de Ariza y la compra de las tierras por la firma “Pasquié y Cía” y el Banco Supervielle, se comienza con el proyecto del tranvía a caballo.

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El tranvía era el medio de transporte que unía el Tren Sarmiento con Villa Ariza en Ituzaingó.

El tranvía era el medio de transporte que unía el Tren Sarmiento con Villa Ariza en Ituzaingó.

El proyecto comienza con tres coches los cuales estaban en desuso por la compañía Anglo Argentina de Buenos Aires. Estos coches eran de madera de roble, tenían puertas corredizas, ventanas con cortinas que se alzaban y asientos todo a lo largo. En ese momento, se pagaron cuarenta pesos cada uno.

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LA PERLA LARGO

La terminal de donde salía se encontraba en las calles Defilippi y Lavalleja donde también estaban los galpones para depósito. Su recorrido finalizaba a metros de la estación Ituzaingó del Tren Sarmiento donde las personas se acercaban para viajar a la Capital Federal.

El servicio es inaugurado el 24 de mayo de 1914 con un primer recorrido que partió de Lavalleja y Deffilippi (Villa Ariza) pasando por Defilippi, por Los Portones y calles Olavarría, Alvear, Las Heras hasta la estación. Era un transporte útil, seguro y rápido para todos los vecinos y vecinas de la zona.

A comienzos de la década del 20, se amplió 150 metros de recorrido y comenzó a utilizarse una zorra a caballo para el transporte de ladrillos, utilizando las mismas vías ya establecidas para el transporte de pasajeros. El servicio queda a cargo de la “Compañía de Tranvías Ituzaingó” que cobraba 20 centavos cada pasaje.

En 1928 se reemplazo a los caballos por la instalación de motores Ford. Además, se instaló, para el cambio de sentido en el viaje, un circuito de vías en forma de triángulo en Villa Ariza y una plataforma giratoria en la estación Ituzaingó donde el coche era girado 180 grados para su regreso. Esto logra mayor frecuencia y seguridad.

Finalmente, la pavimentación de las calles y las líneas de colectivo que facilitan el acceso al Tren Sarmiento lograron que para 1937 el tranvía dejará de funcionar. Hoy en día quedan algunos recuerdos en el barrio, como el nombre de sus conductores en la memoria de los vecinos y un resto de vías en Los Portones.