Carlos “Charlie” Carriere es un veterano de guerra de Malvinas que vive en Castelar y que actualmente es el Vicepresidente del Centro de Veteranos de Ituzaingó. El formó parte del equipo que tomó posesión de las Islas y reveló detalles de un viaje que ellos arrancaron sin saber a dónde se dirigían. Hoy reivindica la Unidad de sus compañeros y trabaja para Malvinizar a las futuras generaciones: que lo sucedido en el 82 no quede en el olvido.
Ituzaingó: la historia de un ex combatiente
Se cumplen 40 años del desembarco argentino en Malvinas y en ese grupo se encontraba Carlos Carriere, Vicepresidente del Centro de Veteranos de Ituzaingó.
A los 20 años muchos jóvenes se encuentran definiendo qué van a estudiar y qué desean para su futuro. En cambio Carlos Carriere y el resto de sus compañeros, se dirigían sin saberlo a la última guerra en la que participó nuestro país. Tras la derrota en Malvinas, muchos quisieron olvidar lo que pasó pero Carlos trabaja, desde hace más de 3 décadas, en mantener vivo en la memoria de todos estos sucesos.
“A mí cuando volví me dijeron que de Malvinas no se hablaba nunca más y en la Fuerza había una división entre los que fueron y los que no”, relató Carlos sobre los momentos posteriores al rendimiento. Un año después de Malvinas, él renunció a la Marina al sentir que no era la institución que había conocido. Luego de la guerra fallecieron más jóvenes por suicidarse como consecuencia de lo vivido que los caídos en combate. “Muchos se quedaron sin trabajo y algunos se suicidaron. Incluso varios fallecen por distintos tipos de cáncer como consecuencia del estrés postraumático”, reveló el veterano.
Viajar a lo desconocido y lo vivido en el sur argentino:
Carlos pertenecía a la marina y a mediados de marzo fue parte del grupo que emprendió una travesía por el Mar Argentino que les llevó 18 días. “Volvimos a Punta Alta a fines de marzo y vimos mucha gente del Ejército lo que nos sorprendió y suponíamos que iban a venir con nosotros aunque no sabíamos dónde”, comenzó a relatar Carlos. Incluso añadió que pensaba que iban a Chile ya que en esos años el Conflicto por el Beagle era otra realidad candente en el sur de nuestro país.
Sin embargo el viaje tenía otro destino y ellos se entrenaron en plena travesía por el Mar Argentino. El 28 de marzo partieron rumbo a un destino incierto y en medio del trayecto les anunciaron por radio a dónde se dirigían. “Primero hubo júbilo y emoción porque la intención de la Marina era ir a las Islas, recuperarlas e izar la bandera”, comentó Carlos. En ese sentido añadió: “Jamás nos imaginamos que íbamos a una Guerra”.
El pronóstico del tiempo y la tormenta desatada en el Mar obligó a un cambio de planes. Carlos afirmó nunca haber vivido un temporal como el de la noche del 30 al 31 de marzo. La idea original era desembarcar en las Islas el 1 de marzo pero se postergó un día debido a las inclemencias del tiempo. El desembarco lo comenzaron submarinos y los comandos anfibios que marcaron la playa.
“Mi guardia era de 4 a 8 de la mañana y estas semanas me pasó que me levantó a esta hora por los recuerdos de la guerra”, reveló Carlos. El desembarco y toma de las islas fue un éxito casi total en términos militares. “El capitán Giachino fue el único muerto del día y además hubo dos heridos. A las 10 de la mañana ya habíamos tomado las Islas e izado el pabellón”, detalló. Fue en ese momento que Carlos y sus compañeros tomaron conciencia de que habían llegado para quedarse. La Guerra estaba cerca…
Las razones detrás del conflicto y el frente de Batalla
Desde hace años en Argentina se habla de que la guerra de Malvinas fue un absurdo del gobierno militar que se sintió acorralado por la presión social. Carlos no negó del todo esa postura pero reveló un detalle del derecho internacional que pocos conocen: “En el año 83 se cumplían 150 años del dominio inglés sobre las Islas y ahí no había más posibilidades para un reclamo argentino. Aunque ahora sigue siendo muy difícil, el país puede negociar en La Haya y a los ingleses les falta más de un siglo para tener la posesión sin posibilidad de reclamo”, reveló.
Esa breve interrupción del dominio inglés, ocurrida en abril del 82 con el desembarco argentino, es a lo que se aferran muchos para afirmar que Reino Unido no tuvo 150 años de dominio continuo sobre el territorio. Volviendo a su participación en la Guerra, Carlos relató: “A los 4 días nos embarcamos a Puerto Belgrano y comenzamos a trabajar transportando gente a las Islas ida y vuelta”.
Muchos pensaron que los ingleses no iban a luchar pero aprovecharon el apoyo norteamericano además de una posición estratégica en una isla de África para llegar al sur Argentino. “Yo estaba en el medio del agua y pensaba en la estrategia pura sobre submarinos y barcos. No fue como los muchachos en tierra que pasaron hambre”, relató Carlos. El trabajo de su buque consistía en hacer esos viajes ida y vuelta al Continente además de asistir a otras embarcaciones heridas. El día que los ingleses hundieron el Crucero Belgrano, ellos estaban trasladando 1000 soldados a la zona del Beagle por el espionaje chileno.
El final de la Guerra llegó con la capitulación argentina el 14 de junio. Carlos, sin embargo, cree que los ingleses no podrían haber aguantado otra semana en las Islas. “No tenían cobertura área porque habían perdido a sus dos portaviones. Si la guerra duraba una semana más, quizás el resultado era otro porque ellos estaban peleando en condiciones anormales al creer que venían de picnic a Malvinas y tener más bajas que nosotros en el terreno”, reveló.
El ocultamiento posterior a la Guerra y su trabajo actual
Una situación que sufrieron los combatientes de Malvinas fue que el gobierno y la sociedad en su mayoría, le dieron la espalda al regresar de la Guerra. “Nosotros no somos héroes porque héroes son los que quedaron allá pero buscamos seguir Malvinizando a las futuras generaciones para que nadie los olvide”, comentó Carlos. Desde hace años este vecino de Castelar trabaja en el Centro de Veteranos de Ituzaingo y forma parte activa de la comunidad.
Durante la pandemia este grupo de Ituzaingo colaboró cocinando para un comedor de la ciudad. Carlos deseó que la totalidad de veteranos de Malvinas formen una organización unida que les permita visibilizar su situación. “Vamos a todos los actos a los que nos llaman. Nosotros en Ituzaingo trabajamos muy unidos y somos solidarios con los vecinos”, concluyó Carlos.