Famosos del oeste

Juan Acosta: “Ser famoso es fácil, el tema es que después de seis meses te reconozcan y que perdures”

El reconocido actor y humorista oriundo de Villa Insuperable en La Matanza dialogó en exclusiva con Viví el Oeste y analizó el humor entrelazado con la tecnología, como repercuten los cambios culturales en los monólogos, su lugar en el mundo del espectáculo, los colectivos de la zona que más frecuentaba, los lugares donde le gustaba salir, su visión sobre la situación social en La Matanza y su deseo de prosperidad para muchos vecinos.

Talentoso y con vigencia hace muchos años en el mundo del espectáculo, Juan Acosta es reconocido por ser de los primeros artistas que incursionó en el monólogo humorístico a mediados de los ochenta. Después trabajó en cine, televisión y en teatro.

Participó de clásicos como “Esperando la carroza” y una decena más de películas. Mientras que en televisión fue parte del elenco de “El mundo” de Antonio Gasalla, “El palacio de la risa” y “Un hermano es un hermano”, entre otros exitosos programas.

FV JULIO EPU
LA PERLA LARGO

Además de Gasalla, trabajó con Francella, Nito Artaza y Miguel Angel Cherutti.

El año pasado protagonizó la obra Mi mujer se llama Mauricio y actualmente conduce el programa Polémica en el rock por Radio Nacional Rock.

Sigue girando por todo el país con el espectáculo en el que combina música y humor.

 

¿Es más complejo hacer humor en tiempos difíciles?

La única vez en mi experiencia, donde la gente no se reía, fue en el 2001, toda la gente se ríe. Si lo argentinos comprendiéramos que somos una fábrica de crisis, que nos gusta crear crisis, si vos comprendés este mecanismo argentino, lo resolves.

Yo no veo tiempos difíciles, el único tiempo en que veo tiempos difíciles es cuando estás enfermo vos o tenés algún familiar enfermo y realmente esperas que eso mejore. Todo lo demás depende de la voluntad.

 

¿Cómo repercute la tecnología en el humor y la llegada de youtubers o instagramers?

Todos tenemos una suerte de que tenemos cosas que hacen reír a algunos y a otros no. Mucha gente se puede llegar a reír con un youtuber como también con que Alacrán cuente un chiste. No creo que uno le quite trabajo a otro.

Hay miles de personas que aparecen y no duran 5 minutos. Los buenos van a durar y los demás desaparecen. A mí en lo personal la gente todavía me acepta.

Siempre hay un humorista de moda. Pero después mucha gente sabemos dónde poner los huevos para saber cómo nos rinde.

 

¿Te llevó mucho tiempo descubrir ese lugar que te rendía dentro del medio?

Me mande muchas cagadas, pero yo por ejemplo la otra vez estaba en un programa. Conmigo estaba el chico que canta “tráeme la copa Messi”. Yo pensaba que estuve un montón de años aprendiendo un montón de cosas para después lograr la fama y este pibe con una frase es famoso.

Ser famoso es fácil, el tema es que después de seis meses te reconozcan y que perdures. No cualquiera perdura, perduran los que tiene talento y los que son artistas. Hoy con las redes es muy fácil, pero a mi no me molesta ni interfiere en lo que hago yo.

 

Hubo diferentes cambios culturales que modificaron la visión sobre situaciones que servían para hacer reír. ¿Cómo es hacer humor en la actualidad? ¿Repercuten estos cambios?

Mirá uno tiene que saber apreciar en que momento se puede llegar a decir algo. Si yo estoy en un circuito cerrado, como en un pub o un teatro que la gente pagó para verme y eso no sale de ese lugar, podes decir lo que se te cante los huevos.

Ahora es diferente con los telefonitos, como por ejemplo los que filmaron a Cordera y todo eso si influye. A mi en lo personal como el humor que hago no está relacionado con ese tipo de cosas (coyunturales) no me interfiere.

De todas maneras no tengo ningún impedimento de decir lo que quiera, pero influye que hay una sensibilidad con respecto a algunas cosas que por un lado están buenas, como por ejemplo que la mujer se ponga de culo por las cosas que tuvo que soportar hace años.

 

Sos oriundo de La Matanza. ¿De qué parte?

Crovara y San Martín

 

¿Qué colectivo recordás con cariño y cuál con odio?

El 180 y 126 fueron los colectivos que mas curtí. El colectivo más odiado era el 185, que le decían “la patrulla” y pasaba uno cada una hora. El colectivo que extraño es el 162 que me llevaba a Ramos Mejía y ahora no existe más.

Hice un monólogo de colectivos con todas sus variantes, recuerdo el 88, el 96 que siempre iba lleno, el 620.

 

Lugares preferidos para salir…

En San Justo “el Huracán” como club bailable, los corsos de San Justo y en el club Almirante Brown, me gustaba ver bandas, ahí iban los rockeros. Después, Ramos Mejía, todos los boliches, más Odeón y Las Palmas que eran como los lugares emblemáticos. Y también mi línea Crovara, que era desde la estación Tablada para General Paz.

 

¿Qué reflexión haces sobre esta zona con años de conocimiento?

Tengo una inclinación política hacia Macri y me da mucha alegría ver el metrobus. Y seria bueno que en general los políticos se junten para desterrar la pobreza en toda esa franja que es ruta 3, Los Pinos, y demás, donde ayudo a algunos merenderos.

Que se olviden que si uno es “Cristinista” y otro es “Macrista” y que ayuden al bien común, que es lo que necesita la gente. No debe haber bandería política ahí, debe haber gente que ayude a los mas pobres. Conozco la zona y sé de que se trata. La Matanza es una zona particular que hay que ponerle ganas.

 

¿Lo mejor de La Matanza?

Las mejores chicas del mundo: las que mejor bailan, las que mejor besan y las que mejor van a trabajar (risas).