El Centro Comunitario Minka es una organización sin fines de lucro de Ituzaingo. El centro se define como una alternativa diferente de construcción y transformación social además de fomentar la participación horizontal. En tiempos de pandemia han entregado viandas y productos sanitarios a familias del barrio.
La actividad del Centro Comunitario Minka de Ituzaingó no se detiene a pesar de la pandemia
El trabajo comunitario, la participación activa de sus voluntarios, la búsqueda de transformar la realidad son algunas de las características principales de Minka, el centro comunitario ubicado en Ituzaingo. “Nuestras actividades siempre han sido de promoción y no de asistencia directa. Esto tiene que ver más con una postura de brindar herramientas y acompañar procesos de aprendizaje”, detalló Silvina Lutterotti, miembro del Centro, en charla con Viví el Oeste.
La pandemia y las medidas de distanciamiento social han obligado al Centro a posponer sus actividades habituales. Sin embargo, esta circunstancia actual no le puso freno a la colaboración con los vecinos del barrio. “Cuando comenzó la pandemia decididos reestructurar nuestras actividades para poder dar una respuesta en el barrio y seguir acompañando a las familias”, detalló Lutterotti.
Entre esas actividades mencionadas se puede mencionar la entrega de viandas. Desde fines de marzo Minka ha entregado más de 13000 porciones a la comunidad. Aunque la escasez de recursos, tanto humanos como materiales, obligó a que la entrega de viandas pasara de ser todos los días a 3 días a la semana que son lunes, miércoles y viernes.
Además de las viandas, desde Minka han entregado bolsones, armaron el Ropero comunitario (ante la imposibilidad de armar la clásica feria popular) y lanzaron una campaña solidaria de entrega de kits sanitarios para las familias del barrio. “Nuestro trabajo en el territorio tiene muchos años y no podíamos quedarnos con los brazos cruzados ante esta situación”, afirmó Silvina.
La semilla de germinación de Minka, tal como contó Silvina a Viví el Oeste, fue la actividad de apoyo escolar que se hacía de manera puntual en el barrio desde el 2000. En el año 2006 se vio la necesidad de armar un centro más integral y sumar diferentes actividades y desde el 2012 es una asociación civil sin fines de lucro. “Minka es una construcción vecinal y una militancia social basada en el voluntariado de las personas que quieran construir otra realidad”, detalló Lutterotti.
En ese marco la actividad habitual se divide en tres grandes áreas: educación popular, economía social y salud comunitaria. Dentro de tres sectores hay diferentes actividades. Por ejemplo talleres de música, arte, cocina o apoyo escolar en el área de educación, atención en consultorios (pediatría, psicología y psicopedagogía) respecto a la salud, y la feria popular en el marco de la economía social. La mayoría de esas actividades fueron suspendidas en el contexto de la cuarentena.
“Nuestros pilares fundamentales son el trabajo comunitario, la auto gestión y el voluntariado”, detalló Silvina en referencia a la forma de participación en Minka. El Centro comunitario busca fomentar la participación activa de sus miembros y, en tiempos de pandemia, logró encontrar la forma de seguir presente en el territorio de Ituzaingo.