Waldemar Moreira es un artista y escultor uruguayo que llegó a la Argentina en 1971 y dejó su selló en Moreno para siempre: más precisamente en Barrio Jardines I, se puede observar una extraña casa taller que tiene la particularidad de no tener esquinas.
El artesano, quien ahora vive en La Boca, Ciudad de Buenos Aires, fue contactado por Viví el Oeste para conversar sobre “la Casa Rara”, como la llaman amigablemente familiares, amigos, vecinos y todo aquel que haya pasado por sus puertas.
Moreira ganó innumerables premios a partir de su imponente trayectoria, donde sus obras se definen por su habilidad como soldador y una creatividad inigualable. Ha realizado además diferentes talleres abiertos en el Museo de Bellas Artes Benito Quinquela Martín.
Mientras que su principal material es el hierro, el artista explica que la Casa de Moreno “es una casa loca que surgió luego de su separación” a partir de un terreno que tenía, donde se puso a trabajar directamente “con los cimientos de la casa. La idea inicial era realizar algo poco convencional, y el resultado está a la vista.

Otro de los objetivos puntuales para “Walde”, -como lo llaman- era encontrar una forma económica y rápida de edificación. La casa presenta así una cúpula, también entrepisos y desniveles, sin esquinas. El lugar también representa su oficio de herrero, el cual “aprendió de su abuelo”, según cuenta el escultor.
Con el correr del tiempo, Waldemar dejó de lado los talleres abiertos, pero continuó realizando obras como escultor en hierro. Luego de la tragedia del Ara San Juan a finales del 2017, realizó su creación artística más conmovedora: Los 44 Jonas, en homenaje a los tripulantes fallecidos.
Pasados los años, Moreira define a la Casa Rara como “una obra loca y desubicada” por la conformación de sus estructuras y el estar situada en pleno Moreno, en medio del Conurbano bonaerense.