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La historia de Guillermo Amarilla Molfino: el nieto recuperado cuya familia fue secuestrada en Merlo

Marcela Esther Molfino y Guillermo Amarilla fueron secuestrados durante la jornada del 17 de octubre de 1979 en operativos realizados en Ramos Mejía y San Antonio de Padua. Sus familiares nunca supieron que Marcela estaba embarazada de 1 mes y Guillermo nació en cautiverio en 1980. La pareja fue secuestrada con sus tres hijos mayores que fueron devueltos con su familia paterna en Resistencia, Chaco. Casi 30 años después Guillermo Amarilla Molfino pudo conocer su verdadera identidad gracias al trabajo de Abuelas de Plaza de Mayo.

A 45 años del Golpe de Estado de 1976 la búsqueda continúa activa. Más de 130 personas pudieron recuperar su identidad gracias a la labor de organismos de DDHH y Abuelas de Plaza de Mayo. Sin embargo aún quedan 300 por encontrar y las indagaciones no cesan. Guillermo Amarilla Molfino es uno de los jóvenes que, tras tantos años, pudo conocer su verdadera identidad y comenzó a rearmar su historia.

Guillermo Amarilla Molfino con la foto de sus padres

“Hoy podemos conocer nuestras historias gracias al trabajo de Madres y Abuelas que durante la búsqueda superaron con amor y organización todos los contratiempos que fueron surgiendo”, aseguró el hombre de 40 años en charla exclusiva con Viví el Oeste. Durante su relato menciona al Banco nacional de datos genéticos como una de las herramientas fundamental en esta investigación desde el retorno de la democracia.

FV JULIO EPU
LA PERLA LARGO

Guillermo, junto a otros cientos de niños, nació en cautiverio durante 1980 en Campo de Mayo. “Muchos de nosotros fuimos secuestrados y nacidos en cautiverio porque nuestras madres fueron secuestradas estando embarazadas”, reveló. Esto generó un obstáculo más en la búsqueda de la verdad ya que de estos bebés no se tenía ningún dato salvo el relato de algún sobreviviente. Incluso la familia de sus padres, al desconocer sobre el embarazo de Marcela, sólo denunció la desaparición de la pareja. Fue Guillermo quien comenzó su propia búsqueda en 2007 por las dudas que le surgieron.

La historia de su familia

Según reza la información de Abuelas de Plaza de Mayo, Marcela nació el 15 de noviembre de 1952 en la ciudad de Buenos Aires. Mientras que Guillermo el 25 de enero de 1950 en Resistencia. Ambos comenzaron su militancia en el Peronismo de Base, luego en la JP, y finalmente integraron la organización Montoneros por lo que se conocieron durante esta etapa”, informaron.

Marcela Molfino y Guillermo Amarilla

Se casaron en 1973 y tuvieron tres hijos: Mauricio nacido en 1975, Joaquín en 1977 e Ignacio en 1978 durante el exilio de la pareja en Francia. Sin embargo volvieron al país en 1979 y en octubre de ese año fueron secuestrados. El 17 de ese mes, coincidente con el Día de la Lealtad Peronista, detuvieron a Guillermo en la vía pública mientras circulaba por Ramos Mejía mientras que un grupo de tareas secuestró a Marcela y sus tres hijos en la casa de San Antonio de Padua.

Los tres chicos fueron devueltos a la familia paterna que estaba radicaba en Chaco y que a posterior denunció la desaparición de la pareja. Se presume que ambos estuvieron en la ESMA y luego en Campos de Mayo dónde nació Guillermo el 27 de junio de 1980. “Una sobreviviente en su testimonio contó que Marcela Molfino estaba embarazada en Campos de Mayo durante su secuestro en 1979-80. Mi propia familia no lo sabía y por eso no me estaban buscando”, reveló Guillermo.

Por paradójico que parezca su caso no comenzó a esclarecerse por una investigación sobre apropiación de bebes sino por una investigación sobre lo sucedido en Campos de Mayo. “No me estaban buscando porque no conocían del embarazo pero quedaron mis muestras en el Banco y en el año 2009 me localizaron”, agregó. Allí comenzó una nueva historia en su vida.

El pedido de justicia sigue vigente

Conocer su identidad: un nuevo comienzo

Guillermo durante el juicio por la desaparición de sus padres

“Mi vida cambió a partir del 2009 porque pude conocer la verdad y empezar a cambiar para conocer un mundo nuevo. Saber quiénes son tus padres, que tenes hermanos, de dónde sos, son cosas que van formando un todo”, contó Guillermo, con la voz pausada, sobre este nuevo comienzo. Tras las dudas que tenía, y que lo llevaron a presentarse en 2007, había logrado conocer su verdadera identidad pero el camino recién comenzaba.

Todo vínculo necesita de su tiempo. Guillermo había pasado casi 30 años de su vida sin conocer su verdadera historia ni saber sobre su familia: “La identidad es un derecho universal pero no pasamos a ser una persona de un día para el otro ni construimos nuestra identidad de golpe por lo que fui construyendo todo esto en los 10 años que transcurrieron desde que descubrí la verdad”, afirmó.

El paso del tiempo es lo que más lo inquieta por dos razones: la primera es el lógico tiempo que necesitará cada persona para construir estos vínculos con su familia de sangre. El segundo motivo está vinculado con el futuro: “La búsqueda es a contratiempo y a contranatura porque nosotros también tuvimos descendencia y el daño identitario se prolonga por lo que más niños tienen su identidad ultrajada”.

La importancia de Abuelas y los homenajes recibidos en Merlo

Las Madres de Plaza de Mayo fueron de los primeros grupos en criticar públicamente a la Junta en plena dictadura militar. Sus marchas de los jueves se volvieron un emblema de la lucha por los DDHH. Hoy convertidas en Abuelas siguen buscando a los nietos que faltan encontrar. “Un gran logro de ellas fue que los indultos de obediencia debida y punto final no apliquen a delitos como el robo de bebes”, aseguró Guillermo.

Estas mujeres se enfrentaron a un problema nunca planteado para llegar a los nietos. Al haber nacido en cautiverio con sus padres desaparecidos, necesitaron de otro tipo demuestra genética para comprobar el parentesco. Así nació el índice de abuelidad. “La humanidad nunca había necesitado hacer pruebas de abuelidad pero en este caso faltaban los padres y madres por lo que era necesario probar el parentesco mediante otra vía,” agregó Amarilla Molfino.

El homenaje recibido en Merlo en el marco de “Esquinas de la memoria”

Este nuevo índice se transformó en pruebas para la Justicia y así se llegó a encontrar a más de 130 nietos desaparecidos. La búsqueda activa continúa e incluso incluye a la Cancillería porque se sospecha que algunos se encuentran, sin saber su verdadera historia, en el exterior. “Para nosotros la localización de un nieto o una nieta es una bienvenida y un paso hacia la verdad.”, aseguró Guillermo quien también cuenta su historia en diferentes escuelas del Oeste.

Hace un par de años el Municipio de Merlo homenajeó a Guillermo y las familias Amarilla y Molfino mediante la colocación de una placa conmemorativa. Esto se dio en el marco de la actividad “Esquinas de la memoria” mediante el cual San Antonio de Padua. “Tanto para mí como para mi familia fue un gran homenaje y suelo pasar para verlo”, reveló el vecino. “Cada restitución para nosotros significa tomar aire y seguir”, concluyó Guillermo a la espera de que más nietos puedan conocer su historia.