Las energías renovables han ganado un rol protagonista en la transición hacia un sistema energético sostenible, proporcionando fuentes de energía limpias, inagotables y cada vez más accesibles.
A diferencia de los combustibles fósiles, estas fuentes no emiten gases de efecto invernadero ni contaminan, lo que las convierte en una de las soluciones más viables para enfrentar el cambio climático.
Además, sus costos están en constante descenso, lo que las vuelve competitivas en un número creciente de regiones y sectores.
Energía limpia: esencial para mitigar el cambio climático
La adopción masiva de energías renovables es clave para limitar el calentamiento global. En 2022, la temperatura global se mantuvo un grado por encima de los niveles preindustriales, y ese mismo año, aún 775 millones de personas carecían de acceso a la electricidad.
Ante esta situación, Naciones Unidas ha fijado el objetivo de alcanzar el acceso universal a la electricidad para 2030, especialmente en regiones como África subsahariana.
Sin embargo, el despliegue de tecnologías limpias requerirá una inversión significativa y la superación de numerosos desafíos, como la construcción de infraestructura de transmisión.
Compromiso global y el Acuerdo de París
El Acuerdo de París, firmado en 2015, establece la meta global de limitar el aumento de la temperatura a menos de dos grados centígrados para evitar los peores efectos del cambio climático.
Lograr este objetivo exigirá triplicar la generación de electricidad mediante energías renovables y elevar las inversiones en estos proyectos.
Para 2050, se estima que las inversiones anuales en energías limpias deberán superar los cinco billones de dólares, lo que impulsará el empleo y el desarrollo económico asociado a la economía verde.
Diversidad de las energías renovables y sus beneficios
Las energías renovables incluyen múltiples fuentes, cada una con ventajas únicas y aplicaciones específicas:
- Energía eólica: Aprovecha el viento y es una de las más consolidadas en áreas con gran potencial eólico.
- Energía solar: Con variantes fotovoltaica y térmica, transforma la luz y el calor del sol en energía aprovechable.
- Energía hidráulica: Utiliza el flujo de ríos y corrientes para generar electricidad.
- Biomasa y biogás: Extrae energía de materiales orgánicos, como residuos agrícolas o forestales.
- Energía geotérmica: Obtiene energía del calor acumulado bajo la corteza terrestre.
- Energía mareomotriz y undimotriz: Usa el movimiento de mareas y olas, respectivamente.
- Bioetanol y biodiésel: Son combustibles orgánicos derivados de productos vegetales y aceites.
Ventajas de las energías renovables
Las energías limpias ofrecen múltiples beneficios que no solo se centran en la protección ambiental, sino también en la sostenibilidad económica y la independencia energética:
- Mitigación del cambio climático: Las renovables no emiten gases de efecto invernadero, por lo que su uso masivo reduce el impacto del cambio climático.
- Inagotabilidad: Al ser recursos naturales que se renuevan constantemente, su aprovechamiento es sostenible a largo plazo.
- Reducción de la dependencia energética: Al producir energía localmente, las renovables disminuyen la necesidad de importar combustibles, fortaleciendo la seguridad energética.
- Competitividad creciente: Gracias a la innovación y a las economías de escala, los costos de tecnologías como la solar y la eólica han disminuido considerablemente, volviéndose una opción rentable en diversas geografías.
- Apoyo político: El consenso internacional, reflejado en acuerdos como la COP21, ha generado un entorno favorable para impulsar las renovables, lo que permite acelerar la descarbonización global.
Perspectivas futuras y la transición hacia una economía baja en carbono
Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), se espera que las renovables representen el 43% del suministro eléctrico mundial para 2030 y cubran dos tercios de la demanda adicional de electricidad en ese período.
La demanda global de electricidad crecerá un 82% entre 2020 y 2040, impulsada por el desarrollo de países emergentes y la electrificación del transporte en economías avanzadas.
La transición energética hacia las energías renovables es un paso esencial para alcanzar los objetivos climáticos y garantizar un futuro sostenible para las próximas generaciones.