Policiales La Matanza | Merlo | Juicio

Cuatro años de cárcel para una secta de La Matanza por trata de personas

Los condenados, que manejaban un falso templo de meditaciones y cánticos en el límite con Merlo, también deberán pagarle sumas millonarias a las víctimas.

El Tribunal Oral en lo Criminal Federal número 2 de San Martín condenó durante los últimos días a cuatro miembros de un falso templo ubicado en la localidad de 20 de Junio, justo en el límite de los partidos de La Matanza y Merlo, por reducción a la servidumbre con el objetivo de conseguir réditos económicos.

Los cuatro apuntados aceptaron su culpabilidad a través de un juicio abreviado y ahora deberán pasar los siguientes cuatro años años en la cárcel, además de pagar una reparación económica que va de los 2.679.002,88 de pesos a los $36.447.764,44 para cada una de las ocho víctimas del caso.

image.png
La fachada del falso templo en La Matanza.

La fachada del falso templo en La Matanza.

Se trata de Francisco Aurelio Pugliese, Leonardo Abel Gandarinho, Carina Lorena Cardoso y Lisa Beatriz Baissetto, que fueron declarados como partícipes secundarios del delito de "trata de personas agravado por haber sido cometido: mediando engaño y aprovechamiento de la situación de vulnerabilidad contra más de tres víctimas, con la participación de más de tres personas y la intervención del ministro de un culto no reconocido".

FV Jun24 790x100.gif
LA PERLA LARGO

A su vez, el otro cargo en su contra es el de "abuso sexual agravado por haber sido cometido con acceso carnal en forma gravemente ultrajante contra una menor de 18 años, aprovechando el estado de convivencia preexistente".

image.png

El modus operandi de la secta en La Matanza y Merlo

Esta organización funcionó desde julio de 2017 hasta julio de 2021 y atraían a los fieles a un inmueble donde ofrecían meditaciones, cánticos, aperturas de chakras y lectura de textos y luego los coartaban para volverlos esclavos, los alejaban de sus familias y les sacaban todos sus bienes.

Además, el líder de la asociación ilícita engañaba a las mujeres las mujeres diciéndoles que existía un “camino espiritual” en el cual se avanzaba desde la entrega del cuerpo mediante acercamientos, tocamientos en las partes íntimas, besos en la boca, sexo tántrico y, finalmente, penetración.