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La Reja: abrieron nueva planta de transferencia de residuos

El flamante centro ambiental de La Reja procesará cerca de 400 toneladas de desechos de los vecinos de Moreno por día y mejorará sustancialmente su tratamiento.

El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación inauguró durante el mediodía de ayer la nueva planta de transferencia de residuos sólidos urbanos de la localidad de La Reja, la cual va a permitir reducir en un 31% la cantidad de basura que llegue a la Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (CEAMSE) procedente del partido de Moreno.

Este flamante centro ambiental está ubicado sobre la calle Atahualpa al 1.001, entre Don Bosco y Diario La Prense, del barrio Lomas Verdes y tiene una capacidad para procesar cerca de 400 toneladas de desechos por día para mejorar los sistemas de recolección y reducir los costos de traslado hacia el predio de disposición final.

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Uno de los operarios de la nueva planta de transferencia de La Reja.

Uno de los operarios de la nueva planta de transferencia de La Reja.

El espacio cuenta con tres módulos, un sector de acceso y de pesaje, una playa de descarga, una balanza de camiones, un tratamiento de lixiviados y múltiples instalaciones auxiliares, tales como oficinas administrativas, vestuarios, sanitarios y un salón de usos múltiples (SUM) con cocina y comedor.

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LA PERLA LARGO

Su construcción también implicó la creación de una calle de acceso, una cortina forestal, el cerco perimetral y varios componentes de sostenibilidad a través de unos paneles y colectores solares, el uso de materiales recuperados, la iluminación del tipo LED y el aprovechamiento del agua de lluvia.

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Cabe recordar que esta planta no es un basural, sino un centro logístico de transporte de residuos sólidos urbanos, por lo que no hay una acumulación permanente de basura y se estima que la generación de olores "no sea considerable".

A su vez, dentro del terreno existe un sistema de canaletas colectoras conectadas con un reservorio de recolección que recibirá los líquidos generados en los compactadores, el cual es periódicamente descargado por un operador y no hace que no existan vuelcos a cuerpos de agua ni riesgo de contacto con el suelo o las napas subterráneas.