Un 8 de enero, pero de 2006, toda la localidad de Gregorio de Laferrere, al sur del partido de La Matanza, se ponía de luto debido a la muerte de José Luis "Garrafa" Sánchez, quien dos días antes sufrió un duro accidente a bordo de su moto que le terminó por costar la vida en la Clínica Mariano Moreno de la ciudad homónima.
Laferrere: a 18 años de la trágica muerte de Garrafa Sánchez
Un 8 de enero, pero de 2006, el histórico delantero falleció tras un fatídico accidente y los hinchas de Laferrere organizaron un emotivo cortejo fúnebre.
Este emblemático delantero jugó en diversos clubes de las divisiones de ascenso en la Argentina, pero con el que más se identifica es con el Villero, donde no solo debutó como profesional en 1993 ni más ni menos que ante Almirante Brown, sino que también disputó su último partido sin saberlo.
El día en el que los médicos del sanatorio comunicaron su deceso, decenas de hinchas se organizaron para que la despedida de su ídolo sea como se la merecía: dentro de una cancha de fútbol, por lo que colocaron el féretro cubierto por la camiseta número 10 en el centro del Estadio Ciudad de Laferrere y luego lo pasearon por cada uno de sus sectores.
Horas más tarde, se produjo un emotivo cortejo fúnebre que lo depositó finalmente en un cementerio privado de Esteban Echeverría, mostrando el amor y la devoción que los simpatizantes locales le tenían.
En este último tiempo, varios homenajes se le practicaron a Garrafa en el territorio matancero, tales como estampar su nombre en el recientemente abierto paso bajo nivel (PBN) de la calle Ezeiza o el de ponerle su apellido a una de las tribunas de la cancha rodeada por las arterias Rodney, Osvaldo Magnasco, Salvigny y Soberanía Nacional.
Otros de los equipos en el que Sánchez dejó una huella imborrable son Banfield (donde ascendió a Primera en 2001) y El Porvenir, elenco en el que jugó entre 1997 y 1999.