Marcelo Gallardo cumplió siete años como entrenador de River, algo que no no sólo enorgullece a sus hinchas: también genera admiración entre las personas oriundas de Merlo, el Parque San Martín y de la Zona Oeste del Gran Buenos Aires.
Marcelo Gallardo, de Merlo a River y al mundo: los inicios del Muñeco en el Parque San Martín
Marcelo Daniel Gallardo nació el 18 de enero de 1976 en la localidad bonaerense de Merlo. Su infancia transcurrió entera en el barrio Parque San Martín, cerca del Club Nahuel (donde jugó al papi fútbol). También vivió cerca del estadio del Club Social y Deportivo Merlo. Este seis de junio, cumplió siete años al frente de River Plate como su entrenador, pero para ello debió recorrer un largo y trabajoso camino.
Gallardo fue de Merlo a River, del Parque San Martín al mundo. El fútbol lo vio dar sus primeros pasos como futbolista en el club Estrella de Maldonado, para luego probar suerte en River Plate. Viajó dos horas desde Merlo a Núñez. De hecho, el propio “Muñeco” supo contar en ESPN que se quedó sentado durante toda la tarde en uno de los paredones del estadio Monumental. Esperó su turno, y el mismo llegó.
Allí se hizo notar, le hizo saber a los entrenadores de las Divisiones Inferiores que aún no había sido probado y lo mandaron a la cancha. En apenas un puñado de minutos, su talento pudo con las retinas de los ojeadores, quienes terminaron por ficharlo para el club. Luego, sería ídolo absoluto gracias a sus etapas como jugador y la actual época como entrenador.
El niño Marcelo Gallardo, estudiante en un colegio público de Merlo y luego jugador de River
Claro que antes del futbolista está el ser humano, y allí es donde encontramos a Marcelo Gallardo como un niño que realizó sus estudios en la Escuela N° 12 “Almirante Brown”, frente al cuartel de bomberos de su barrio. Y allí volvió hace un tiempo, hace casi dos años, en donde se inauguró una biblioteca futbolera. La misma fue bautizada con su nombre y en el lugar que se quebró ante cientos de niños que lo estaban observando.
“Venir a este lugar es como recordar un montón de cosas y muchísimas emociones. Ustedes no saben lo que es. Así que perdonen que no me salen las palabras pero tengo que tratar de digerir y asimilar esto”, manifestó el “Muñeco” en la escuela que lo vio crecer. Allí también realizaba pelotas de trapo para poder jugar en los recreos. Y, claro, de allí surgieron sus valores para luego triunfar en River, en la Selección Argentina y en el fútbol mundial.