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Cuando Merlo norte recibió al secretario del Tesoro de EE. UU. con un estilo "muy paternal"

Tras la reunión del presidente Javier Milei con el funcionario de Trump, conviene recordar cuando en 2002 quien ocupaba ese cargo estuvo de visita por el Oeste.

El secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Scott Bessent, se reunió durante las últimas horas con el presidente Javier Milei en medio de una alta expectativa tras la salida del cepo, por lo que recordar cuando sucedió algo similar en el Oeste y más precisamente en la localidad de Merlo.

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Para ello hay que trasladarse al 7 de agosto de 2002, cuando el que por entonces ocupaba ese importante cargo, Paul O'Neill, llegó al Barrio Argentino en medio de un importante operativo de seguridad por parte de la Policía Bonaerense, que desplegó patrulleros, efectivos montados, de Infantería y hasta un helicóptero.

El lujoso auto que llevaba al funcionario arribó hacia las 11 de la mañana al Jardín Comunitario Materno Infantil número 1.104, que ahora ya no existe más y se transformó en la Unidad Sanitaria municipal N°34 de la esquina de las calles Donato Álvarez y Perdriel.

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LA PERLA LARGO
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Allí asistían poco más de 100 niños diariamente, pero ni ellos ni sus maestras se imaginaban que aquel miércoles iban a pasar unos minutos con uno de los hombres más poderosos del mundo. El Servicio Secreto norteamericano lo acompañó hasta el interior del edificio, donde charló con casi todos y mostró un estilo "muy paternal".

Más detalles de la visita de Paul O'Neill a Merlo norte

"¡Tiene el pelo como mi abuelo!", le dijo uno de los nenes al estadounidense sin que realmente él lo entienda, mientras que después procedió a armar rompecabezas, sentar a algunos en sus piernas y sacarse fotos para la posteridad. Una de ellas (que solo está disponible en baja calidad) es la que se mostrará a continuación.

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Pasados 35 minutos, O'Neill se retiró junto a su custodia y la comitiva policial logrando con éxito esquivar una protesta en su contra que se concentró en el Hospital Municipal "Eva Perón", del otro lado de las vías del Tren Sarmiento. Anteriormente había ido a un colegio de Don Torcuato y a una fábrica de Villa Urquiza, pero igualmente afirmó que fue "el lugar que más me gustó de todo el viaje" a la provincia de Buenos Aires.