Todos los 22 de octubre se conmemora el Día nacional del Derecho a la Identidad para conmemorar la lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo en la recuperación de los hijos y nietos secuestrados por la Dictadura Militar. Guillermo Amarilla fue uno de ellos. Él nació en cautiverio en el año 1980 luego de que sus padres y hermanos mayores, que vivían en Merlo, fueran secuestrados por un grupo de tareas en una serie de operativos realizados en Ramos Mejía y San Antonio de Padua. Amarilla fue una de las 130 personas que pudo recuperar su identidad pero aún quedan más de 300 por encontrar.
Merlo: la historia de un nieto que recuperó su identidad
Guillermo Amarilla Molfino nació en cautiverio en el año 1980 luego de que sus padres, que vivían en Merlo, fueran secuestrados un año antes.
A finales de 1979, la familia Amarilla Molfino fue secuestrada en dos operativos: en uno se detuvo a la madre y a los hijos de la pareja en San Antonio de Padua y en otro al padre en Ramos Mejía. Luego de unas semanas, los tres hijos mayores fueron devueltos a la familia pero nada más se supo de Marcela Esther Molfino y Guillermo Amarilla. Incluso nadie sabía que Esther estaba embarazada al momento de ser secuestrada por lo que durante años, nadie preguntó por el bebe que nació en cautiverio.
Guillermo, nacido en Campo de Mayo en 1980, tenía sus dudas y por eso decidió acudir a Abuelas de Plaza de Mayo. “Muchos de nosotros fuimos secuestrados y nacidos en cautiverio porque nuestras madres fueron secuestradas estando embarazadas. Hoy podemos conocer nuestras historias gracias al trabajo de Madres y Abuelas que durante la búsqueda superaron con amor y organización todos los contratiempos que fueron surgiendo", aseguró en diálogo con Viví el Oeste.
Su búsqueda comenzó en 2007 y su situación comenzó a escalecerse por una investigación que se hizo sobre las detenciones en Campo de Mayo. "No me estaban buscando porque mi familia no conocía del embarazo de mi mamá durante el secuestro pero quedaron mis muestras en el Banco y en el año 2009 me localizaron. Mi vida cambió porque pude conocer la verdad y empezar a cambiar para conocer un mundo nuevo. Saber quiénes son tus padres, que tenes hermanos, de dónde sos, son cosas que van formando un todo”, detalló.
La lucha de las Abuelas de Plaza de Mayo se enfrentó a obstáculos impensados. Guillermo, por ejemplo, nació en cautiverio y con sus padres secuestrados por lo que necesitaron de otro tipo demuestra genética para comprobar el parentesco con su familia. "La humanidad nunca había necesitado hacer pruebas de abuelidad pero en este caso faltaban los padres y madres por lo que era necesario probar el parentesco mediante otra vía", detalló el vecino de Merlo.
Este nuevo índice se transformó en pruebas para la Justicia y así, gracias al trabajo de Abuelas de Plaza de Mayo, se llegó a encontrar a más de 130 nietos desaparecidos. La búsqueda activa continúa e incluso incluye a la Cancillería porque se sospecha que algunos se encuentran, sin saber su verdadera historia, en el exterior. “Para nosotros la localización de un nieto o una nieta es una bienvenida y un paso hacia la verdad”, aseguró Guillermo quien también cuenta su historia en diferentes escuelas del Oeste.
Las Abuelas de Plaza de Mayo llevan más de 45 años de lucha para recuperar a sus hijos y nietos secuestrados durante la última dictadura. Por eso cada 22 de octubre se conmemora el Día nacional del Derecho a la Identidad. Esta familia de Merlo pudo reencontrarse gracias a la lucha y aún siguen buscando 300 nietos.