Sociedad | Merlo | TEA | Tren Sarmiento

Perdió la manta de su hijo con TEA en Merlo, pero una vecina la guardó y pudo recuperarla

Owen tiene esta cobija desde que nació y es su objeto de apego, por lo que su mamá la buscó desesperadamente por todo Merlo hasta que se la devolvieron.

La semana pasada, Jéssica salió del túnel de la estación del Tren Sarmiento junto a su pequeño hijo para dirigirse a su casa, pero cuando llegó se dio cuenta de que había perdido un objeto sumamente valioso para él, por lo que emprendió una búsqueda por todo el centro y norte de la localidad de Merlo.

Se trata de la manta de apego que Owen, de tan solo 3 años de edad y que posee tanto el trastorno del espectro autista (TEA) como el de déficit de atención e hiperactividad (TDAH), utiliza desde que nació para calmarse y superar las crisis.

image.png
La manta que se había perdido en Merlo.

La manta que se había perdido en Merlo.

"Es desesperante. Me fui dos veces al mismo lugar para ver si alguien la agarró y la dejó en algún negocio, pero nadie vio nada. Y cuando iba por el paso bajo nivel había gente y ninguno me avisó que se me cayó. ¿Saben lo difícil que es para mí decirle que su cobija ya no está?", publicó la mujer en su momento.

FV Jun24 790x100.gif
LA PERLA LARGO

Sin embargo, la fortuna se puso del lado de la señora. Una vecina de la calle Presidente Cámpora la recogió del piso, la guardó por varios días y cuando vio sus publicaciones en la red social Facebook no dudó en contactarla para devolvérsela: "No saben la felicidad inmensa que tengo por ver la cara de mi hijo con su mantita. Informemos más sobre el autismo... Gracias a todos por ayudarme".

image (52).jpg

Otro ejemplo de solidaridad vecinal en Merlo

También hace cinco días, un usuario habitual del Sarmiento bajó de una formación en la parada ferroviaria de la ciudad de San Antonio de Padua y corrió a toda velocidad para salir antes que todos, pero en el camino resulta que perdió su billetera justo en el día en el que le habían pagado la mitad del sueldo.

Por lo tanto, los que venían en el coche se percataron y le empezaron a gritar para advertirle que la perdió, a lo que el hombre se dio cuenta y recuperó el dinero y sus documentos personales.