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Señalizaron la esquina de Merlo donde vivió un desaparecido de la última dictadura

Se trata del cruce número 25 al que se le agrega el nombre de una víctima del terrorismo de estado ejercido entre 1976 y 1983. Quién era Carlos López Pumarega.

La Dirección de Derechos Humanos del Municipio de Merlo inauguró durante el mediodía de ayer una nueva señalización en el centro de la localidad cabecera que homenajea a uno de los vecinos que fue desaparecido en la última dictadura cívico-militar: Carlos Antonio López Pumarega.

Este hombre ahora se encuentra mencionado en el cartel nomenclador del cruce de la Avenida Calle Real y la calle Padre Espinal porque allí fue la última vez que lo vieron en libertad el 4 de marzo de 1977 a las 8 de la mañana mientras circulaba con su moto hacia la casa de sus padres, que vivían en la intersección de Leandro N. Alem y Sarmiento (ahora llamada Pellegrini).

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En el descubrimiento del letrero estuvo presente la hermana de esta víctima del terrorismo de estado, María Isabel, quien aseguró: “Es importante que todo lo que pasó se siga transmitiendo, sobre todo a los jóvenes, para que no ocurra nunca más”.

Quien era el desaparecido homenajeado en Merlo

Nacido el 16 de octubre de 1952, Carlos cursó los estudios primarios y secundarios en el Colegio Fundador Don Francisco de Merlo y egresó en 1971 para luego militar en el barrio El Pericón de la ciudad de Parque San Martín junto al grupo de catequistas del Padre Raúl Vila. A su vez, trabajó como preceptor en la Escuela Secundaria Técnica número 2 local.

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Después de casarse con Norma Balsano y tener dos hijos, fue secuestrado en los alrededores de la Plaza 25 de Mayo junto al menor de ellos, que por entonces tenía apenas 15 meses de vida.

Lo que se supo de él es que estuvo cautivo en el excentro clandestino de detención (CCD) que funcionó en la Comisaría Tercera de la Policía Bonaerense de Castelar sur, por lo que fue incluido en el segundo juicio por los crímenes de lesa humanidad cometidos en la Mansión Seré que derivó en las condenas a perpetua de Miguel Ángel Ossés, de 25 años de prisión a Daniel Alfredo Scali, Marcelo Eduardo Barberis, Héctor Oscar Seisdedos, Hipólito Rafael Mariani y César Miguel Comes, de 12 a Felipe Ramón Sosa y de nueve a Néstor Rubén Oubiña.