El Departamento de Investigaciones Especiales de la Policía Federal Argentina (PFA) desbarató durante las últimas horas a una organización narcocriminal que vendía droga en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y tenía como centros de acopio a dos viviendas ubicadas en el Oeste, más precisamente en la localidad de Moreno.
Cayó en Moreno una banda narco que vendía droga en tres barrios porteños
La organización tenía marihuana, éxtasis y cocaína y usaba dos casas de Moreno para su acopio, además de esconderlas en bolsas amarillas de una famosa empresa.
La pesquisa surgió a raíz de varias denuncias registradas que alertaban sobre un grupo de personas que se dedicaba a la comercialización de estupefacientes en los barrios porteños de Monserrat, Almagro y Villa Devoto, por lo que la mencionada división de la fuerza dependiente del Ministerio de Seguridad de la Nación fue encomendada para dar con su paradero.
En consecuencia, los detectives descubrieron que la banda tenía una estructura muy bien definida y que estaba liderada por dos hombres, quienes eran ayudados por una mujer que realizaba la contabilidad del negocio ilícito y poseía otros dos masculinos que se encargaban de la logística.
Estas personas llevaban a cabo la distribución de las sustancias prohibidas por la Capital Federal con la particularidad de que utilizaban, para pasar desapercibidos, bolsas de color amarillas de la reconocida empresa de compra-venta de artículos por Internet Mercado Libre.
Los allanamientos y las detenciones en Moreno
Con el total de pruebas aportadas, la Secretaría número 7 del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N°4, a cargo de los doctores Diego Arce y Ariel Lijo, respectivamente, ordenaron un total de nueve allanamientos apuntados como los que se usaban para la repartición de los estupefacientes.
Así fue como los efectivos pudieron detener a los cinco involucrados y también secuestraron 13 kilos de marihuana, 150 pastillas de éxtasis, 30 dosis de cocaína, seis balanzas de precisión, una contadora de billetes, cuatro notebooks y nueve teléfonos celulares, quedando todos ellos a disposición del magistrado interventor para el avance de la causa.