El objetivo del empresario estadounidense era convencer a Florencio Molina Campos, uno de los más icónicos artistas que parió la República Argentina, de que trabaje con él en los Estados Unidos, pero lo curioso es que en ese momento no estaba ya que justamente había viajado al país norteamericano.
Ese detalle no detuvo al productor, que primero se reunió con la esposa, María Elvira Ponce, en su departamento de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y luego se dirigió al rancho "Los Estribos", ubicado en la actual esquina de las calles López Buchardo y El Maestro de la localidad de La Reja, barrio Puente Cascallares.
Esa jornada, de la que también participó el embajador Norman Armour, tuvo bailes de danzas típicas nacionales, una degustación de asado y empanadas caseras e incluso la plantación de dos árboles nativos. Días más tarde, Disney regresó a la casa para recorrer el despacho de Molina Campos y quedarse maravillado con sus obras.
Los resultados de su periplo a La Reja
Luego de ese viaje, Walt logró que Florencio colabore con varias películas que estrenó en los años posteriores, tales como "El gaucho volador", "El gaucho reidor" y "Goofy el gaucho". A su vez, asesoró técnicamente en la realización de "Bambi", puntualmente en la representación de los animales y la vida silvestre del Bosque de Arrayanes patagónico.
Sin embargo, en gran parte de esos largometrajes Molina Campos se mostró descontento con el producto final, ya que denunció que los gauchos supuestamente argentinos eran más mexicanos y hasta vaqueros. Es por eso que, después de darse cuenta de que no iba a poder cambiarlo, decidió renunciar y nunca más trabajar en aquellos estudios.