Brisa Carolina Del Pino fue vista por última vez el 2 de diciembre de 2022 en el barrio Mariló de la localidad de Trujui, al norte del partido de Moreno. En ese momento tenía 15 años y hoy, con 16 ya cumplidos, continúa desaparecida pese a ser la adolescente más buscada de todo el país y que haya una recompensa pública de hasta 5 millones de pesos para quien ayude a encontrarla.
Moreno: a un año de la desaparición de Brisa, habla su mamá
Se cumple un año de la última vez que vieron a la adolescente de Moreno. Su madre Claudia asegura que "ya no sabe qué hacer" y pide que su cara no se olvide.
Por su caso solo hay un detenido y procesado por abuso sexual agravado que afirmó haber tenido "una relación" con la menor pese a ser 30 años mayor: Carlos Altamirano, quien actualmente está preso. Sin embargo, el resto de los sospechosos de mantenerla cautiva siguen libres e incluso dos de ellos se fugaron al extranjero.
En medio de todo este contexto desfavorable, su madre Claudia siente que es la única que quiere saber donde está la nena. A lo largo de estos 12 meses experimentó varios destratos por parte de los que deberían ayudarla y asegura que "se siente sola, sin saber qué más hacer", pero no baja los brazos.
En una larga entrevista con Viví el Oeste, explica todas las pistas que fue recabando por su cuenta en este tiempo, la asistencia que recibió por parte de una organización feminista y cómo continúa la búsqueda de su hija, que mide aproximadamente 1,45 metros de altura, es de contextura delgada y tiene ojos marrones y cabello hasta los hombros de color castaño oscuro y con flequillo. Su rasgo físico más distintivo es una cicatriz ubicada arriba de su ceja izquierda.
- Primero quería preguntarle si fue a la Fiscalía y si le dijeron algo.
Me presenté, pero no se encontraba la fiscal. Así que me voy a tener que presentar de vuelta mañana. Para ver qué pasa, porque todavía no tengo ninguna respuesta de nada. Estoy esperando a ver si lo pueden traer a Carlos Altamirano a declarar. Pero me dicen que no lo pueden traer porque no le dan la orden para traerlo.
- ¿Ni siquiera pueden hacerlo por esos mensajes que le mandó a una amiga suya?
No, tampoco. Igual, quiero mostrarle personalmente las cosas porque si no les mando mensaje y no me contestan. Ni siquiera la ayudante. Quiero ver si alguna de ellas me pueden atender porque ya va a ser un año y todavía nada.
- ¿Quiénes se acercaron a usted en este año?
La organización "Furia Transfeminista" y ninguna otra. Hay algunas personas que me dijeron de hacer alguna marcha, pero esto es muy nuevo para mí. Estoy sola en esto y la verdad que no sé qué hacer, porque si no lo difundo en redes parece que nadie hace nada. Vas y no tenés respuesta de los que se tendrían que ocupar. Mi hija es menor y la tendrían que estar buscando. Desde que hice la denuncia, he pedido que pongan fotos de ella en los patrulleros y nunca lo hicieron. Ni en la Fiscalía hay una imagen suya. Sí de otras personas que están desaparecidas, pero mi hija no. Sobre los que abusaron de ella, me dijeron, así nomás, que "sinceramente se fueron a Brasil y a Paraguay". Me he enterado por los vecinos de Mariló. En marzo, una chica que se comunicó conmigo porque supuestamente la conocía a mi hija y tiene la misma edad de ella. Me juraba que la vio por Moreno, en el barrio La Yunta (N. de R.: hoy se llama La Victoria), en la parada del colectivo yendo para el centro. Pensaba que la fiscal la iba a citar para que vaya a declarar. No lo hizo. Solamente la llamó por WhatsApp. Eso quedó en la nada. Después me llamó también otra chica, la prima de una supuesta entregadora de mi hija (N. de R.: habría otras dos que están bajo sospecha). Eso hizo que la causa pasara a la División de Trata de Personas de Moreno-General Rodríguez. La verdad, ellos son muy atentos, más que los de La Matanza. Me citaron hace dos semanas, me presenté y me dijeron que que hicieron unos allanamientos que dieron negativo. No encontraron nada de mi hija. Les mandé las fotos de las presuntas entregadoras y ahora van a ver qué hacen.
- ¿Tampoco tuvo novedades desde Paraguay?
Por ahora, no. Los otros sospechosos andan ahí, como si nada. Porque la mayoría son transas. Hay uno que le vendía droga a mi hija, que le dicen Alcides y está en silla de ruedas, y le hicieron un allanamiento también, pero no encontraron nada de Brisa. Todavía sigue con su negocio en Mariló.
- ¿Estos que se fugaron a Brasil y Paraguay nunca estuvieron ni siquiera bajo investigación?
Sí. Admitieron que tuvieron algo con mi hija. El que está en Brasil la mandaba a vender droga y la tenía de mula, pero no quedó detenido. La secretaria de la fiscal me dijo de forma bien seca que no se podían meter en eso.
- ¿Más allá de esas pistas que me contó, no recibió nada nuevo en estas últimos semanas?
No. Solamente lo que le conté sobre el que está preso, Altamirano. Otras cosas no. Mucha gente que se ha aprovechado diciéndome que le pase tanta plata. A la fiscal le ha llegado un correo de una foto de una chica. Ella me la manda y le digo que me disculpe, pero que no es mi hija, sino una chica más grande que supuestamente dieron aviso por la recompensa que la vieron trabajando en un departamento VIP en Palermo.
- Usted la busca todos los días. Eso me ha quedado bastante claro. ¿Pero alguna vez alguien la acompaña para repartir los volantes además de esta organización?
No, ahora no. Yo con los nenes míos. Sé que la asociación ha repartido por General Rodríguez y varios lados. La verdad es que ellos me ayudaron bastante porque sinceramente a mí me tienen, y disculpe la palabra, como pelotuda. A veces pienso que lo que hago por ahí no sirve. Salgo con los nenes míos. Me fui a La Yunta a dejar fotos y tampoco tuve ninguna novedad. Ahí supuestamente le habían visto a mi nena tomándose un colectivo.
- ¿Ni siquiera del Municipio la asistieron?
No. El 14 de julio me avisaron que había una señora que había visto a una nena en una pizzería del lado sur de Moreno, frente a la Municipalidad, comiendo con un hombre mayor. Ella juraba que era mi hija y que le vio la cicatriz, que Brisa se puso nerviosa y después se metió al baño, que la siguió y no salía. Ella se tuvo que volver a la mesa porque tenía los hijos y cuando va donde estaba sentado el que acompañaba a mi hija dice que ya habían pagado, se incomodaron y se fueron. Avisé a la fiscal y me dijo que en la pizzería no hay cámaras. Me acerqué a la Municipalidad y justo ese día no andaba el domo. Entonces le pedí que me consiga otras porque en la plaza tenía que haber. La respuesta fue que no funcionaban: "Lo único que te puedo mandar son otras más lejanas". Veo la grabación y sí, era mi hija. Como al lado de la pizzería hay un lugar donde venden panchos, me acerco y le pedí por favor si no me podían dejar ver las cámaras. Me dijeron que no porque podían tener algún problema con la Policía. Entonces me comunico con la fiscal para que se las pidan urgente. Me pasa los vídeos, veo la nena a salir con esa persona, que tenía una campera y una mochila azul. Me acerco de vuelta a la pizzería a la noche, le pregunto a la mesera y corroboró lo que dije. Ese hombre tardó dos meses en ir de vuelta y se acercó con otra chica. Doy el aviso y supuestamente se metieron los de la DDI de Moreno. Mucha respuesta no tuve porque me mandaron una foto de alguien que no era mi hija. El hombre dijo que son las hijas de él y que tiene 50 años. Lo que me parece raro es que nunca me dijo el nombre porque se lo he pedido muchas veces. Cuando voy a la Fiscalía, me mostraron una foto de las tres chicas que supuestamente son las hija del hombre, pero les dije que estaba segura de que la foto que vi era la de mi nena y que además tardaron un montón en conseguir las cámaras, que tampoco andaban. Era como diciéndome que "si se olvidó de esto, no me vaya a pedir más". Y así estoy.
- Es como que siempre están dos pasos para atrás de lo que usted hace, cuando tendría que ser al revés...
Eso es lo que yo me digo todos los días. Por ejemplo, cuando fui con una amiga al barrio Lezica (Luján) a poner fotos de ella una señora mayor me dijo que vaya el domingo a La Fraternidad (General Rodríguez) porque la vio ahí. Entonces, lo que yo le digo es que no me va a creer y que le da lo mismo a la fiscal.
- ¿Fue alguna vez a la empresa La Perlita?
No me dejaron poner la foto de Brisa en los colectivos. Me acerqué a la terminal y uno de seguridad me dijo que eso lo tenía que consultar con el supervisor porque no dejan poner ninguna imagen. Justo pasaba un hombre que me escuchó y le dijo que no pueden ser tan sinvergüenzas. Fuimos a la del colectivo que va para Luján, el 57 (N. de R.: Transportes Atlántida), y tampoco me dejaron. Y encima en algunos lugares donde pego las fotos noto que las arrancan. Fui a ponerlas en la Plaza Buján y le expliqué la situación en la garita policial que hay ahí. Me respondieron que no estaban enterados. Al parecer nadie lo está porque le cuento a los que manejan los patrulleros y tampoco sabían del caso.
- Es increíble que no lo sepan pese a que hay una oferta pública de recompensa por el Ministerio de Seguridad bonaerense, es decir, sus superiores.
Sí. Hasta los puestos que venden las cosas cerca de la Basílica de Luján me dejan poner la foto de Brisa y me recomiendan en donde. Entonces los miro a los policías y les pregunto si me están cargando o no sé, porque les explico y me dicen que no sabían nada. Mi hija salió en la televisión y hay una recompensa para quien la encuentre... Hablando con ellos me sugieren que vaya a tal lado o que haga esto otro cuando los que no se mueven son ellos. Yo a Mariló no me puedo meter más. He ido con mis dos hijos más chicos a dejar los volantes y adelante mío los arrancaban, los rompían en pedacitos y los tiraban. No quiero que a los nenes les peguen un tiro. Me ha extorsionado una mujer diciéndome a mi hija la tenían en Mendoza. Me dio el nombre de un tal Lalo, que le hicieron el 2 de agosto un allanamiento porque decían los vecinos que a mi hija la tenía enterrada en una pared. No encontraron porque esa persona ya había vendido la casa. Esta señora me pedía 150 mil pesos y yo le dije que esa plata no vale la vida de mi nena. Ahí me respondió que se la iban a llevar a otro lado y me volvió a dar nombres, como el de ese Alcides. No pasó nada tampoco. En octubre fui a la Fiscalía para pedirle que, por favor, rastreen el Facebook de mi hija porque justamente hay gente que la ve conectada y que le mandan mensajes, pero no contesta. Lo único que me dijo es que que no tenían novedades y que tienen que esperar de Estados Unidos la orden para que ellos puedan entrar. Entonces siento que estoy esperando a que no se conecte más.
- ¿Actualmente, el radio que maneja usted para buscarla sigue siendo el mismo por ahora? Moreno, General Rodríguez, Luján, Merlo...
Sí, solamente esos lugares. Hay mucha gente que habla por hablar, como un hombre que era un empleado de Carlos Altamirano, llamado Ismael, que salió en un informe televisivo diciendo que la vendieron a Paraguay. Lo mismo dijo una de las presuntas entregadoras, pero cuando fue a declarar a la Justicia dijo que no la veía hace dos semanas pese a que le sacó su ropa y hasta su celular.
- Entonces cambió su declaración.
Claro. Cuando hice la denuncia un patrullero me llevó a la casa de esta chica, pero me atendió una amiga de ella y dijo que no sabía nada de mi hija. Después, cuando la fiscal la llamó por teléfono, le aseguró que la había visto el 1 de diciembre y que no se acuerda casi nada. Así estamos. Ojalá pueda tener una novedad de mi nena.
Cualquier dato que colabore con la investigación se puede aportar al números de teléfono 911 y/o el WhatsApp 0221-4293015. La investigación está a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio (UFIJ) número 11 del Departamento Judicial de La Matanza, a cargo de la fiscal Analía Córdoba.