Distintas organizaciones sindicales y de derechos humanos se congregaron durante el mediodía del martes pasado para descubrir una placa en honor a María Elena Peter, quien cumplía funciones en el centro de la localidad de Morón para la Justicia provincial antes de ser desaparecida por la última dictadura cívico-militar.
Se trata de María Elena Peter, quien trabajó para la segunda secretaría del Juzgado de Ejecución Penal número 2 del Departamento Judicial local, que en ese momento se ubicaba sobre la calle General Bartolomé Mitre al 956, entre Belgrano y General José de San Martín, hasta 1978, cuando tenía 33 años y una pequeña hija.
El 17 de noviembre, la mujer oriunda de la provincia de La Pampa (donde tiene una plaza con su nombre y varios murales) fue secuestrada junto a su esposo y beba, a quien decidieron dejarla en una guardería cercana para que posteriormente la retiraran sus tíos. Sin embargo, sus padres nunca aparecieron.
"La de María Elena es la primera señalización que realizamos y haremos las próximas en distintos lugares de Buenos Aires como una forma más de mantener viva la memoria", sentenciaron al respecto desde la Secretaría de Derechos Humanos de la Asociación Judicial Bonaerense (AJB).
Otros recientes homenajes a desaparecidos en el Oeste
En los últimos días, varios desaparecidos del Oeste fueron homenajeados a través de la iniciativa "esquinas de la memoria". Una de ellas es Olga Souza Pinto, quien enseñaba inglés en varias escuelas de Merlo y Mariano Acosta y ahora tiene su propia señalética en la intersección de las arterias Centenario y Aristóbulo del Valle, partido de Marcos Paz.
Por su parte, Hilda Torres, Roque Montenegro y Alfredo y Nicodemus Aspeleiter también cuentan con la suya en el cruce de General Conrado Villegas y Arribeños del barrio San Damián de William Morris, municipio de Hurlingham.