Un 5 de febrero, pero de 1859, el Ferrocarril Oeste (FCO) inauguró la estación de Morón, una de las más importantes de toda la red de trenes metropolitanos y que hoy se erige como un importante centro de trasbordo a muchos barrios de esta zona del Gran Buenos Aires.
La estación de Morón cumplió 165 años al servicio del Oeste
Un 5 de febrero, pero de 1859, la parada ferroviaria de Morón era inaugurada en medio de una gran celebración vecinal, que tuvo música en vivo, adornos y más.
Aquel primer tren llegó a la flamante parada a las 7 en punto de la mañana, con decenas de pasajeros y también la banda del Regimiento del Coronel Martín Arenas en su interior. Según publicó al día siguiente el periódico El Nacional, estas tropas arribaron tocando su música "hasta detenerse delante de la Prefectura".
"El pueblo estaba embanderado y lleno de regocijo. Muy cerca está el campo destinado para la fiesta campestre. El vecindario ha hecho un fondo de 9 a 10 mil pesos por suscripción y los hacendados inmediatos han dado 20 vacas... Las locomotoras han sido empavesadas y el andén está cubierto de banderas”, completó el diario.
Los inicios del servicio ferroviario en Morón
Aquel primer año en funciones, el FCO realizaba tres viajes diarios a la que por ese entonces se la consideraba la "Córdoba chica" debido a ser un lugar reconocido por la pureza de su aire y su clima benigno, lo cual propiciaba el arribo de numerosos veraneantes desde la Capital Federal.
Poco más de una década después, la estación empezó a recibir cuatro formaciones por jornada y la duración del viaje desde el centro porteño se estimaba en 65 minutos, pero la rápida explosión demográfica de Morón obligó a que cada vez la frecuencia sea más alta: en 1925, había 65 servicios cada día hacia Once durante la semana y 74 los sábados, domingos y feriados.
Este incremento ayudó a que, por ejemplo, el molinero francés Augusto de La Roche venda sus 30 manzanas a un promedio de 10.000 pesos cada una luego de que las haya comprado por un total de 16.000.