En el corazón de Morón, se ubica la reconocida fábrica de churros "El Sol de Galicia", una empresa familiar que desembarcó en Argentina y trajo consigo los inconfundibles sabores de España, más precisamente de Galicia. Con sus churros, berlinesas, torta fritas, donas y pastelitos conquistaron a la comunidad a lo largo de los años.
La fábrica de churros que se convirtió en un emblema de Morón y vivió al calor del Sarmiento
Descubrí la historia de "El Sol de Galicia" una fábrica de churros que pisa fuerte en Morón y sigue su tradición gallega al pie de la letra.
La historia se remonta al 1957 cuando los inmigrantes gallegos de la zona de La Coruña crearon su primer taller artesanal en el barrio de Flores, donde comenzaron a elaborar sus productos. Más tarde, en 1977 abrieron dos nuevas sucursales, una en Avellanada y otra en el partido de Morón, en la calle Sarmiento 1045.
En dialogó con Viví el Oeste, uno de sus empleados recordó que la sucursal del Oeste "ha vivido al calor del Tren Sarmiento", una conexión que durante los años permitió que los productos de la fábrica, mediante los canasteros, se consuman no solo en el tren sino también "en todas las estaciones del Oeste, por ejemplo, Merlo, Castelar, San Antonio de Padua".
Su vinculo con el Oeste y el Tren Sarmiento
La cercanía a la estación de Morón no solo facilitó los repartos, sino que también marcó la identidad de "El Sol de Galicia" como un punto de encuentro emblemático para los habitantes de Zona Oeste. "Fue y es un emblema para la gente, sobre todo los fines de semana porque salían de los boliches de la zona de Ramos Mejía y venían a comer churros, porque era lo único que estaba abierto", recordaron desde la empresa familiar.
En este sentido, la sucursal de Zona Oeste abre sus puertas de 03:00 a 12:00 horas y ofrece la posibilidad de realizar compras mayoristas, para quienes tengan su comercio, y minoristas "donde se puede comprar por unidad".
Cada producto de "El Sol de Galicia" es elaborado con materias primas de calidad, cuidando lo artesanal que ha sido su sello distintivo a lo largo de los años y si bien la empresa ha crecido mantiene su esencia: la tradición gallega y un homenaje a las raíces familiares de Galicia. Además, se convirtió en un símbolo para la comunidad de Morón.
Quienes deseen conocer los churros, mini churros, donas, berlinesas, pastelitos y tortas fritas de la fabrica pueden ingresar al siguiente link.