Un 17 de diciembre, pero de 1936, nació en el barrio porteño de Flores un hijo de inmigrantes italianos llamado Jorge Mario Bergoglio, quien 88 años más tarde oficia como la cabeza de la Iglesia Católica bajo el nombre de Papa Francisco I y se transformó en uno de los argentinos más importantes de la historia.
El doble vínculo del Oeste con el Papa Francisco en su cumpleaños número 88
Un día como hoy, pero de 1936, nació Jorge Bergoglio en el barrio de Flores, pero dos de los momentos más importantes de su vida guardan relación con la región.
Sin embargo, antes de convertirse en el Sumo Pontífice pasó por una niñez y adolescencia marcada por el Oeste en dos ocasiones muy especiales que este medio quiere recordar en un nuevo aniversario de su natalicio.
El primero de ellos transcurrió en 1949, cuando realizó el sexto grado B en el colegio “Wilfrid Barón de los Santos Ángeles” de la localidad de Ramos Mejía, al norte del partido de La Matanza. En aquel momento, el pequeño alumno de tan solo 13 años recibió el primer premio en Conducta, Religión y Evangelio para su curso.
“Todo lo que hacíamos y aprendíamos tenía una unidad armoniosa, y nos preparaba para una vida con sentido de responsabilidad y horizonte de trascendencia”, sentenció el propio Francisco en una carta dirigida a la institución ramense por su 90° aniversario, además de describir que "no había tiempo para aburrirse" debido al "estudio, la convivencia, la oración, la atención a la gente más pobre y las actividades manuales".
La otra relación del Papa con el Oeste
A su vez, en allá por 1957 debió ser hospitalizado a causa de una grave neumonía e incluso los médicos tuvieron que extirparle una parte del pulmón cuando recién había cumplido los 21 años, siendo Cornelia Caraglio, una monja oriunda de Italia, la que lo atendió y "sabía mejor que el doctor lo que los pacientes necesitaban".
Esta mujer falleció en 1995 y en un principio quedó enterrada en el Cementerio Municipal "Santa Mónica" de la ciudad de Libertad, pero que en febrero de 2023 pasado resultó cremada y trasladada a la Parroquia Nuestra Señora de Fátima, situada sobre la Avenida José de San Martín al 3.002, entre las calles Miguel Murray y Joaquín V. González, del barrio Los Vascos de Parque San Martín, también dentro del municipio de Merlo.