Ayer fue al 11° aniversario de la llegada del cardenal Jorge Mario Bergoglio al papado, transformándose así en Francisco I y el primer argentino en lograr tal distinción. Sin embargo, allá por 1957 esto se podría haber frustrado de no ser por alguien que hoy descansa en la localidad de Parque San Martín, al suroeste del partido de Merlo.
En Parque San Martín descansan las cenizas de la monja que salvó al Papa Francisco
Así lo descubrió Jorge Bergoglio en el aniversario del comienzo de su pontificado, donde recibió una carpeta con las fotos de la parroquia de Parque San Martín.
Se trata de Cornelia Caraglio, una monja nacida en Italia que falleció en 1995 y en un principio quedó enterrada en el Cementerio Municipal "Santa Mónica" de la ciudad de Libertad, pero que en febrero del año pasado resultó cremada por sus compañeras dominicas y trasladada a otro lugar más significativo desde el punto de vista emocional.
Ese sitio es la Parroquia Nuestra Señora de Fátima, situada sobre la Avenida José de San Martín al 3.002, entre las calles Miguel Murray y Joaquín V. González, del barrio Los Vascos, donde sus restos reposan junto al de otras 12 religiosas de la comunidad piamontesa y son cuidados en todo momento.
Cómo una monja de Merlo le salvó la vida al Papa
Hace 66 años, el Papa Francisco debió ser hospitalizado a causa de una grave neumonía e incluso los médicos tuvieron que extirparle una parte del pulmón cuando recién había cumplido los 21, siendo Cornelia una de las hermanas que lo atendió y que "sabía mejor que el doctor lo que los pacientes necesitaban".
El pasado 7 de febrero el Sumo Pontífice recibió a sus parientes y les pidió que encontraran el lugar de su sepultura, razón por la que este miércoles una de las que la conoció pudo entregarle la documentación que certifica el sitio donde reposa la monja.
Por el estado de salud del jefe de la Iglesia Católica, solo permitieron la visita de unos pocos y la mujer tuvo que hacérselo saber por carta, aunque está segura que "le va a responder".