A sus jóvenes 17 años Mathías, más conocido como "Mathi Ayd" tiene las cosas claras. Su discurso maduro y centrado impacta a tan corta edad pero refleja la historia de lucha y superación que vivió este joven de Rafael Castillo por salir adelante. De vender ropa con su mamá en la calle a soñar con vivir de la música y siempre sin desviarse de su foco: disfrutar de lo que hace y cantar aquello con lo que se siente identificado.
Rafael Castillo: conocé la historia de Mathi Ayd
Mathías es un joven cantante de Rafael Castillo que a sus 17 años y tras superar muchos obstáculos sueña con vivir de la música.
"Desde chico me gustó la música. En mi familia todos tocaban la guitarra y yo recuerdo agarrar desodorantes que utilizaba de micrófono para cantar", reveló Mathi en charla exclusiva con Viví el Oeste. El vecino de La Matanza aseguró que la música es su pasión desde que tiene uso de memoria y que fue el trap el primer género que lo atrapó, mucho antes que se hiciera tan conocido en estos años.
En septiembre de 2019, a sus 15 años, lanzó su primer cover titulado "Ya no más". Sin embargo, el camino para llegar a ese momento fue largo y no estuvo exento de obstáculos a superar. "A mis cinco años estaba pasando por un mal momento y comencé a acompañar a mi mamá a vender ropa en la calle. Había veces que no vendimos pero insistimos, tocábamos las puertas. Hicimos muchas cosas con mi vieja para salir adelante y hoy gracias a Dios estamos mejor", contó Mathías.
Su mamá también cumplió un rol clave en su formación al instarlo a que siga adelante con sus deseos y con la música que lo identificable. En ese sentido, el joven de La Matanza explicó: "El trap es lo que más me identifica en la música, no tan explícito como ahora sino más vinculado a lo emocional”. En la actualidad, el trabajo le empezó a dar dividendos y su sueño es llegar al millón de reproducciones en sus canciones.
El vínculo con La Matanza y las ganas de progresar
Matías es el menor de los hermanos de la familia que se trasladó a Rafael Castillo cuando él nació. Así el joven vivió toda su vida en La Matanza y a día de hoy, sus primeros pasos en la música los hace desde su lugar en el mundo. "Siempre me sentí muy cómodo en Castillo por la gente. Yo tengo el estudio de grabación cerca y eso ayuda mucho al trabajo diario", aseguró.
A pesar de su corta edad, la madurez que reflejan sus declaraciones, sorprenden. No sólo cuando se refiere a su destino en la música sino también cuando habla de las ganas de ayudar al otro. En ese sentido, reveló que su gran deseo es que el vivir de la música le permita ayudar a las otras personas. Sin cámaras de TV ni publicidad, sino en el llano y con vecinos de La Matanza u otras zonas del Conurbano.
La pandemia le puso un freno a sus aspiraciones pero las ganas de superarse continúan presentes. Debido a las restricciones, Mathi estuvo meses sin poder asistir al estudio de grabación por lo que en 2020 solo pudo sacar un cover. Sin embargo, su deseo de trascender pudo más y actualmente se encuentra trabajando para cumplir sus sueños. "La clave para esto es tenerte fe y seguir luchando para crecer en el mundo de la música a pesar de los comentarios negativos que se pueden recibir”, concluyó.