Varios vecinos del centro de la localidad de Ramos Mejía, al norte del partido de La Matanza, se sorprendieron durante la noche de ayer por la presencia de muchos patrulleros de la Policía Bonaerense, ambulancias y autobombas que se dirigieron a la Comisaría Noroeste Segunda hacia las 22:30 horas.
Los presos de la Comisaría de Ramos Mejía se amotinaron y prendieron fuego colchones
La revuelta generó un incendio en el interior de la seccional del centro de Ramos Mejía, pero no se registraron víctimas y tampoco hubo ninguna fuga.
El motivo fue un incendio en el interior del edificio ubicado sobre la Avenida de Mayo al 549, entre las calles Castelli y Chacabuco y a cinco cuadras de la estación del Tren Sarmiento, que originaron los propios presos este martes, 2 de abril, y requirió la intervención de los Bomberos Voluntarios locales.
El fuego venía de los colchones que tenían los detenidos para dormir allí y que fueron utilizados para magnificar la revuelta, por lo que también se hicieron presentes en el lugar ambulancias de la Secretaría de Salud Pública del Municipio y otros móviles de apoyo.
Sin embargo, por fortuna no hubo que lamentar ni heridos ni muertos y tampoco ninguna fuga, con la situación estando controlada en estos momentos mientras se realizan las investigaciones de rigor para determinar los daños y los castigos a los responsables.
El reciente tiroteo en Ramos Mejía que terminó con un ladrón abatido
Algunas semanas atrás, una pareja de policías se defendió a los tiros para evitar que al menos cuatro ladrones, que circulaban en un Ford Focus de color gris, les roben la camioneta y terminaron hiriendo gravemente a uno de ellos, que tiempo después terminó muriendo.
Cuando ambas víctimas estaban llegando a su casa, atinaron a gritar "¡ayuda, ayuda!" y sacaron sus armas reglamentarias para resistirse al asalto. Hubo alrededor de 20 detonaciones y los delincuentes terminaron abandonando al que recibió los disparos, quien primero fue detenido y luego perdió la vida. Por su parte, la mujer acabó herida en la pierna y el hombre en el pecho, aunque sin riesgo de muerte.