Un crimen conmocionó a gran parte de la comunidad de Ramos Mejía, partido de La Matanza, cuando un hombre de 57 años confesó que asesinó a su madre de 84 años. Al principio el culpable relató que había encontrada a la mujer fallecida tras llegar del trabajo, pero luego confesó el hecho.
Parricidio en Ramos Mejía: detuvieron a un hombre tras confesar que mató a su madre
En un principio, el culpable sostuvo que la mujer de 80 años había fallecido por una caída en su hogar ubicado en Ramos Mejía, pero luego confesó el crimen.
El crimen tuvo lugar en un edificio de la calle Alsina al 200, un llamado al 911 realizado por el propio hijo alertó a la policía, quien indicó que la mujer se encontraba sin vida en el baño. Si bien al principio no hubo sospechas, a medida que la investigación avanzo el hombre comenzó a ser inconsistentes en sus declaraciones.
Parricidio en Ramos Mejía: el accionar de los investigadores y la confesión
Las cámaras de seguridad, tanto del edificio como de la zona, jugaron un rol clave en la investigación, ya que en las grabaciones no se observa que el hombre haya salido del domicilio en los horarios que había declarado.
Frente a esto, los efectivos comenzaron a tomarle declaración a los propietarios de los departamentos del edificio, quienes expresaron que la convivencia entre la madre y el hijo no era de las mejores y que había discusiones frecuentes.
Los investigadores le volvieron a tomar declaración al acusado, quien terminó confesando que él mató a su madre en medio de una pelea. El periodista, Sebastián Domenech, explicó: "Él reconoció que habían tenido una discusión y que en un momento la empujó, y que ella cayó, se golpeó la cabeza y después murió".
Sin embargo, está versión también quedó desestimada luego de los resultados de la autopsia que reveló que la causa de muerte fue asfixia por estrangulamiento. Rápidamente el acusado fue detenido y será indagado por el fiscal Carlos Arribas, quien está a cargo de la causa caratulada como "homicidio agravado por el vínculo", un delito que prevé prisión perpetua.