La salud es un tema que nos atraviesa a todos y que siempre está en jaque, porque los medicamentos son caros, porque las obras sociales tienen problemas o porque, simplemente, no le damos el lugar. Pero con una correcta higiene del sueño, una buena salud es posible.
Durante el momento del sueño los órganos y procesos internos de nuestro organismo siguen activos y cumplen una función esencial en el equilibrio de nuestro ser. Es en estos periodos parece que todo está en calma, sin embargo, dentro de nosotros hay una revolución. Mientras estamos inmersos en el sueño, las células se regeneran, los sistemas se recalibran y el cerebro reelabora lo sucedido durante el día.
Pero ese no es el único beneficio de un correcto descanso. Dormir las horas necesarias permite, además, moderar el estrés y la angustia. "El descanso adecuado ayuda a reducir toda la activación fisiológica asociada con la angustia, es decir, la frecuencia cardíaca y tensión muscular. Todo eso mejora al descansar y lleva a sentir una sensación de calma", dijo en diálogo para Infobae el neurólogo y director médico del Instituto de Neurología de Buenos Aires (INBA), Alejandro Andresson.
El médico afirma que el sueño también aporta en la regulación de las emociones lo que ayuda a disminuir la "intensidad de la angustia" (en caso de un buen ciclo de descanso). Así mismo además contó que: “El sueño puede ofrecer un descanso mental para distraer u olvidar los pensamientos negativos, siempre y cuando la persona duerma bien, porque si uno se mantiene despierto y no logra evadir un pensamiento, es un problema".
Higiene del sueño, ¿Qué es?
Es un término utilizado para designar hábitos saludables que ayudan a las personas a dormir bien. Para esto, muchas veces, hay que cambiar otros hábitos que, erróneamente creemos no están relacionados con el descanso. Algunas de las medidas a aplicar para tener un sueño adecuado son:
- Cree un entorno propicio para dormir: el mejor entorno para dormir es un ambiente fresco, oscuro y tranquilo.
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Fije una rutina para dormir: tener una rutina relajante puede ayudarlo a prepararse para dormir (bañarse, escuchar música suave o leer un libro)
- Evite dormir siestas: las siestas son tentadoras cuando está cansado, pero estas pueden alterar el ciclo de sueño.
- Haga actividad física durante el día: hacer ejercicio muy cerca de la hora de acostarse puede hacer que a algunas personas les resulte más difícil conciliar el sueño.
- No consuma cafeína en las últimas horas del día: es un estimulante que permanece mucho tiempo en el cuerpo (la mayoría de los tés negros o verdes, el café, el chocolate, las bebidas energizantes, las bebidas pre-entrenamiento y algunos refrescos contienen cafeína)
- Limite el consumo de bebidas alcohólicas por la noche.
- Coma más temprano por la noche: las comidas abundantes y con mucho contenido de grasa pueden alterar el sueño en algunas personas.
- No consuma nicotina antes de ir a dormir.
- Reduzca al mínimo la luz durante la noche.
- Controle sus medicamentos: algunos medicamentos de venta libre para el resfriado y la alergia pueden hacer que le resulte más difícil dormir.