El Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires dispuso a partir de ayer el ofrecimiento de una millonaria recompensa para dar con el paradero de los tres prófugos que quedan por el crimen del empresario Gabriel Esteban Izzo perpetuado el 9 de junio pasado en la localidad de San Antonio de Padua, al este del partido de Merlo.
San Antonio de Padua: millonaria recompensa para prófugos
Tres integrantes de la banda que asaltó y mató al empresario de San Antonio de Padua aún están libres, por lo que la Policía le puso precio a su captura.
Se trata de Víctor Ricardo Martín Fernández Galarza, Brígido Achucarro González y Diego Eduardo Correa, quienes están imputados por el delito de robo agravado por el empleo de arma de fuego, portación ilegal de arma de guerra y homicidio "criminis causae" en dos hechos (uno en grado de tentativa), todos en concurso real.
A cualquier persona que pueda aportar información fehaciente que permita localizar y detener a uno o a todos los hombres buscados y que le haga entender a las autoridades que se encuentra motivada el dinero a cambio, le va a corresponder la suma de entre 1.500.000 y 2 millones de pesos. Para conseguirla, debe comunicarse al número de teléfono 0221-4293015.
Aquella noche, una banda de cinco delincuentes ingresó a la vivienda que compartían la víctima y su esposa, Silvana Petinari, ubicada sobre la calle Italia al 1.100, entre Quintana y Ayacucho y a solo dos cuadras de la estación del Tren Sarmiento, con claros fines de robo.
En medio de un intento de resistencia por parte de Izzo, uno de los ladrones le provocó la muertes tras dispararle varias veces con su arma de fuego y además dejó gravemente herida a la mujer, quien posteriormente perdió un ojo como consecuencia de la bala que le tiraron.
El grupo se dio a la fuga en un Volkswagen Gol de color gris hasta la arteria Gervasio Pavón al 3.500, en la ciudad de Castelar, frente al kiosco "Mandale Mecha", para ocultar los bienes sustraídos, las pistolas y la ropa que vestían durante el asalto y de esa manera continuar la huida de forma separada y a pie.