Dos nuevos y violentos episodios de inseguridad se dieron durante la tarde noche de ayer en el norte y sur del partido de La Matanza, más precisamente en las localidades de San Justo e Isidro Casanova: una banda de ladrones aprovechó los momentos en los que no llovía y salió a delinquir.
Videos: paró un poco la lluvia y salieron a robar por San Justo e Isidro Casanova
Una banda de ladrones en dos autos abordó a dos familias en la puerta de sus casas en San Justo e Isidro Casanova, llegando incluso a efectuar tiros al aire.
El primero de ellos tuvo lugar hacia las 18 horas de este miércoles, 13 de marzo, a la altura del cruce de las calles Charrúa y Virrey Cisneros, a algunas cuadras del límite con la ciudad de Villa Luzuriaga, del barrio Villa Colonia e involucró a un padre que estaba por salir con su hijo en una Volkswagen Suran de color blanco.
Él fue interceptado por el grupo de delincuentes a bordo de una Chevrolet Tracker bordó y otra camioneta gris, por lo que atinó a correr a la puerta de su casa mientras le apuntaban a la cabeza. Luego de un disparo al aire, sacó al nene y les entregó todo.
El segundo ocurrió 70 minutos después sobre Sarratea al 2.400, entre Francisco Miranda y Cerviño, donde la misma asociación ilícita encerró a un hombre y este chocó el vehículo para escapar y zafar.
Más delincuencia bajo la lluvia en La Matanza
Días atrás, un par de hechos similares sucedió en Ramos Mejía e Isidro Casanova. En primer lugar, una banda de al menos tres delincuentes realizó por 60 segundos el desajuste de dos neumáticos de una Peugeot Partner blanca y, con dos movimientos sumamente rápidos, los quitaron y se escaparon a bordo de un 307 negro.
Poco tiempo después, una chica estaba volviendo a su casa luego de la jornada laboral y de repente fue sorprendida por dos ladrones que se movilizaban en un auto bordó sobre la arteria Hilario de Almeira, por lo que atinó a salir corriendo en sentido contrario. Como vio que uno de los malhechores se bajó y empezó a seguirla, decidió tirar tanto su cartera como su paraguas a la vereda y allí el marginal tomó el bolso para darse a la fuga.